El miércoles por la noche Trump anunció la prohibición de ingreso a Estados Unidos de ciudadanos de 12 países y restricciones para otros siete, alegando motivos de seguridad nacional. Los países afectados sintieron el impacto, aunque hubo reacciones dispares: en Somalia apostaron al “diálogo”, pero Chad advirtió que tiene “su dignidad y su orgullo”.
Los países de la lista negra de Trump incluyen a Afganistán, Birmania, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen. Por otra parte, los visitantes de Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela, enfrentarán más restricciones para entrar en el país norteamericano.
La lista, que entrará en vigencia el próximo lunes, está sujeta a revisión y también puede incluir más países en el futuro.
Las reacciones, mixtas, de los países no tardaron en llegar. Como represalia, el presidente de Chad, Mahamat Idriss Déby Itno, ordenó que su país deje de expedir visas a ciudadanos estadounidenses. Déby dijo que se trataba de una cuestión de reciprocidad.
“Chad no tiene ni aviones que ofrecer ni miles de millones de dólares que dar, pero Chad tiene su dignidad y su orgullo”, escribió Déby en su cuenta de Facebook.
La Comisión de la Unión Africana expresó el jueves su preocupación por el posible impacto negativo de la nueva prohibición de viajar en los intercambios educativos, el compromiso comercial y las relaciones diplomáticas en general.
África es el continente más afectado por la proclamación de Trump, con siete de los 12 países de la lista.
Por su parte, el portavoz del gobierno de la República del Congo, Thierry Moungalla, dijo que la inclusión de su país fue un “malentendido”. “Congo no es un Estado terrorista, ni alberga terroristas, ni se sabe que tenga tendencias terroristas”, dijo Moungalla según informó Reuters.
Del otro lado, Somalia se comprometió inmediatamente a colaborar con Estados Unidos para abordar las cuestiones de seguridad. “Somalia valora su larga relación con Estados Unidos y está dispuesta a entablar un diálogo para abordar las preocupaciones planteadas”, declaró en un comunicado Dahir Hassan Abdi, embajador somalí en Estados Unidos.
En América del Sur, el ministro del Interior venezolano y número 2 del chavismo, Diosdado Cabello, calificó al gobierno de Trump de fascista: “La verdad es que estar en Estados Unidos es un gran riesgo para cualquiera, no solo para los venezolanos (…). Persiguen a nuestros compatriotas, a nuestra gente sin razón”, dijo el aliado clave de Nicolás Maduro.
“El reciente atentado terrorista en Boulder, Colorado, ha puesto de relieve los peligros extremos que supone para nuestro país la entrada de extranjeros que no son debidamente investigados, así como los que vienen aquí como visitantes temporales y se quedan más tiempo del permitido por sus visas. No los queremos”, dijo el miércoles Trump en un video que subió a sus redes sociales.
“No dejaremos que le pase a Estados Unidos lo que le pasó a Europa”, afirmó lapidario Trump, y agregó: “No podemos tener una migración abierta desde ningún país donde no podamos investigar y examinar de forma segura y confiable”, afirmó.
Entre los argumentos que esgrimió el gobierno de Donald Trump para justificar la medida anunciada el miércoles hubo referencias a problemas de control e investigación de antecedentes, estadías fuera del vencimiento de la visa, falta de cooperación a la hora de compartir información sobre identidades y amenazas; fuerte presencia terrorista o países con terrorismo de Estado.
