El canciller Gerardo Werthein se reunió este viernes en Washington con el representante de Comercio estadounidense Jamieson Greer para avanzar con un tratado comercial entre Estados Unidos y Argentina sobre aranceles recíprocos en el que se viene trabajando hace semanas para satisfacer los pedidos del gobierno de Donald Trump de equilibrar el intercambio.
Las negociaciones se realizan con el mayor sigilo ya que se firmó un pacto de confidencialidad (Non-Disclosure confidentiality agreement) que compromete a las partes a no revelar detalles de las conversaciones. Pero, según supo Clarín, se está avanzando y el acuerdo “está encaminado”.
“Continuamos haciendo progresos en nuestra agenda comercial bilateral y profundizando la asociación estratégica entre Argentina y los Estados Unidos”, tuiteó Werthein con fotos junto al funcionario de Trump, que es una figura muy solicitada estos tiempos porque negocia decenas de acuerdos con distintos países del mundo desde que el jefe de la Casa Blanca anunciara en abril la imposición de aranceles recíproco a todas las naciones que comercian con EE.UU.
“Seguimos avanzando en las nuevas oportunidades de comercio e inversión para todos los argentinos”, añadió.
El canciller fue a la reunión con el United Trade Representative (USTR, por sus siglas en inglés) junto con Luis María Kreckler, encargado de Cancillería de los temas comerciales que está desde hace unos días en la capital estadounidense para negociar los detalles de un posible acuerdo. También con Pablo Lavigne, secretario de Industria y Comercio; Ricardo Lachterman, jefe de gabinete de Cancillería; el embajador en Estados Unidos Alec Oxenford y el subjefe de misión Juan Cortelleti.
Kreckler ya había estado en Washington semanas atrás para trabajar en los detalles, junto con Lavigne y Carolina Cuenca, subsecretaria de Comercio Exterior.
Si bien la relación entre Trump y el presidente Javier Milei es estrecha, la realidad es que más allá de las palabras no se han visto por ahora avances concretos sobre un acuerdo comercial, pero la reunión de este viernes con Greer es una buena señal.
Trump anunció el 2 de abril la implementación de una suba de aranceles recíprocos del 10% mínimo a los productos provenientes de todos los países –algunos alcanzaron el 70%– con el argumento de equilibrar el intercambio y frenar el avance comercial de China. A la Argentina le impuso un 10%.
El USTR escribió un informe detallado de más de 400 páginas sobre el comercio de EEUU con el mundo y lo que percibe como trabas arancelarias y de otro tipo. En el capítulo de Argentina, el reporte consigna en 4 páginas la asimetría en el intercambio en aranceles, tasas, prohibiciones de importación, restricciones a las importaciones, barreras aduaneras y derechos de propiedad intelectual.
Las negociaciones para resolver este tema se iniciaron al día siguiente del anuncio de Trump, con una reunión en Washington de Werthein y Kreckler con el secretario de Comercio Howard Lutnick y el propio Greer.
El presidente Milei prometió que Argentina “va a avanzar para readecuar la normativa” para cumplir “los requerimientos de aranceles recíprocos” que pidió Trump, basados en este informe.
El Gobierno avanzó en varios puntos: se eliminó el cepo que dificultaba el acceso al mercado cambiario; la agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) eliminó restricciones; la justicia arrestó a Jorge Omar Castillo, el “Rey de la Salada”, donde se venden productos falsificados, pero hay algunos temas más complicados como el de la propiedad intelectual y la ley de patentes que se requiere aprobación del Congreso.
Trump postergó la entrada en vigor de los aranceles recíprocos hasta el 9 de julio, mientras negocia fervorosamente con decenas de países, entre ellos la Argentina.
El Gobierno desinfló la idea original de un acuerdo de libre comercio con EE.UU., que más allá de las trabas legales que enfrentaría por ser miembro del Mercosur, no encaja en la política proteccionista de Trump. Ahora se busca negociar un acuerdo comercial a largo plazo con ajustes de aranceles y la idea es que haya una lista de unos 50 productos en 0%.
Además de los aranceles recíprocos del 10%, la misión argentina además enfrenta un problema adicional con el aumento de los aranceles al acero y aluminio (del 25% a 50%) que anunció Trump recientemente.
EE.UU. importa alrededor del 17% del acero que necesita, en su mayoría de Canadá, Brasil y México. Pero también afecta a la Argentina, ya que en 2024 las ventas de esos dos metales a EE.UU. sumaron más de US$ 600 millones, la mayoría de aluminio.
El canciller Werthein y la delegación se quedan hasta la semana próxima en Washington para seguir las tratativas.