
El inesperado encuentro con un puma que tuvo un productor rural de Santa Lucía mientras cortaba el pasto provocó consultas respecto de qué hacer ante el avistamiento de un animal de estas características.
La aparición de estos felinos no es un fenómeno extraño y la preocupación de los habitantes de la zona rural está enfocada en que pueden atacar al ganado, sobre todo ovejas, para alimentarse.
La Dirección de Fauna provincial, que en abril pasado dictó una capacitación en San Pedro, suele hacer recomendaciones para “mitigar los conflictos” entre humanos y este felino.
“El puma es un habitante natural de la provincia de Buenos Aires”, señaló el organismo en publicaciones de difusión y advirtió que la caza y tenencia de estos animales está prohibida, es decir penada por la ley.
Las recomendaciones ante el avistamiento de un puma incluyen no acercarse, sobre todo si están comiendo o con sus cachorros; alejarse lentamente y sin movimientos bruscos; dejar lugar para que el felino pueda escapar sin sentirse acorralado, para evitar ataques.
Además, recomiendan agrandar la imagen corporal y no darle jamás la espalda. “Mire al puma a los ojos y adopte una postura que refleje seguridad. Levante los brazos, agite alguna prenda o mochila. No se agache ni intente esconderse”, dicen los folletos.
El puma cumple un rol importante en el ecosistema: regula especies exóticas, evita la proliferación de zorros, por ejemplo. “Cuando se afecta la comunidad de predadores, se afecta el ecosistema como a un todo”, indicaron.