El caso de los cuidadores del campo El Sueño, propiedad de Rudy Ulloa y su esposa, Jésica Uliarte, revelado el sábado en Sin Galera tiene ahora una causa en la Justicia: la cuidadora que brindó su testimonio en el programa denunció al exchofer de Néstor Kirchner por amenazas.
En la denuncia, radicada en la Comisaría de la Mujer, Florencia Albarracín dejó asentado que Rudy Ulloa Igor la llamó ese día, alrededor de las 21.00, tras ver la nota publicada en La Opinión, y que la increpo por “haber ido a los medios”.
Florencia contó en Sin Galera que ella y su pareja, Martín Balbuena, son caseros del campo de Rudy Ulloa desde hace dos años y que la semana pasada, intempestivamente y sin previo aviso, el exchofer de Néstor Kirchner devenido en empresario les dijo que se tenían que ir.
La mujer relató la situación ante este medio, preocupada porque no tenían adónde irse con sus hijos, puesto que vivían en Río Tala hasta que fueron contratados “de palabra” por Rudy Ulloa y, echados de un día para el otro, no sabían qué hacer.
En la denuncia consta que Albarracín recibió un llamado telefónico en el que Ulloa le dijo que “con sólo mover un dedo podía hacer lo que quisiera“, por lo que ella se sintió amenazada.
Florencia no volvió al campo, donde todavía están su pareja y sus hijos. Permanece en la casa de su mamá, a la espera del devenir de la situación, que además dejarán asentada en la Delegación local del Ministerio de Trabajo, puesto que fueron contratados sin registro alguno, es decir de manera irregular.
“No volví porque tiene gente de él en la casa y me dijo que yo tengo prohibida la entrada, y que si no me iba a ir mal. No me deja entrar”, contó Florencia a La Opinión.
Rudy Ulloa y su eposa, Jésica Uliarte, compraron ese campo ubicado en inmediaciones de ruta 191, detrás del establecimiento Gomila, a la familia Pons en 2009.
La Opinión reveló ese año que el exchofer de Néstor Kirchner se convertía en vecino de San Pedro luego de que Obras Públicas los intimara por inciar una construcción sin la autorización correspondiente.
Desde entonces, el campo se vio envuelto en polémica por los cuidadores: En 2020, el cuidador Osvaldo Piñeiro falleció en el campo. Rudy Ulloa en persona le dijo a la esposa que debía retirarse y que no le correspondía indemnización, a pesar de cumplir tareas de limpieza.