El enfrentamiento entre Wanda Nara y Mauro Icardi sumó un nuevo y escandaloso capítulo. Tras meses de disputas legales, un fallo judicial encendió otra vez la polémica y expuso la profundidad de un conflicto que tiene como protagonistas centrales a las dos hijas de la expareja, Francesca e Isabella. La reacción del futbolista no se hizo esperar este jueves y, a través de sus redes sociales, reveló detalles de la batalla que mantiene con la empresaria. Sin embargo, el viernes, cuando debía reencontrarse con las dos menores, nuevamente tuvo problemas en el edificio Chateau Libertador en el que reside la mediática.
El conflicto estalló a raíz de una decisión judicial que favoreció a Mauro Icardi, al autorizar un régimen de visitas de siete días con sus hijas antes de su regreso a Turquía.
La aparente negativa de Wanda Nara a cumplir con la entrega de las menores en el horario pactado fue el detonante que transformó la disputa legal en un escándalo público en la puerta de su domicilio. La presencia del futbolista junto a su equipo legal durante horas en las afueras del edificio confirmó la escalada del enfrentamiento.
El operativo para el traspaso de las niñas estaba pautado para las 11 de la mañana. Según relató el periodista Ángel de Brito, todo estaba dispuesto para cumplir la orden. “Hoy a las 11 tenían que entregar a las chicas. Wanda había preparado todo para que Mauro se lleve a sus hijas”, explicó en su programa de streaming el periodista Ángel de Brito. “Fue Mauro temprano, a las 11 como debía ir, fue con su abogada a buscar a las nenas”, continuó.
Con el correr de las horas, la situación no se resolvió. Icardi permaneció en las afueras del edificio acompañado por sus letradas, Lara Piro y Elba Marcovecchio. La gravedad del incumplimiento motivó la intervención de la licenciada Fernanda Mattera, representante del Ministerio Público Tutelar, quien se presentó en el lugar para supervisar el traspaso y garantizar los derechos de las menores. Luego, llegaron fuerzas policiales, el equipo del same de salud mental, un comisario de violencia familiar, una trabajadora social y una persona del cuerpo único de psicólogos de la Policía de la Ciudad, según indicaron los distintos medios allí presentes.
La resolución que originó la disputa llegó después de más de seis meses de enfrentamiento en los tribunales. El juez le permitió a Icardi pasar una semana con Francesca e Isabella y habilitó que las niñas puedan compartir tiempo con la actual pareja de su padre, Eugenia ‘la China’ Suárez. Este fallo fue celebrado por el futbolista en sus redes sociales, donde aprovechó para lanzar duras acusaciones contra el entorno de su exesposa.
Antes del fallido encuentro, Mauro Icardi utilizó su cuenta de Instagram para defenderse y atacar. El principal apuntado fue Guillermo López, del equipo abogados de Nara. El deportista le respondió a una publicación del letrado: “Epa, epa, ¿anda nervioso el peladín? No solo empecé la escuela, terminé la primaria, la secundaria, y estuve a punto de empezar una carrera universitaria”.
También se defendió de las acusaciones que complicaron su vínculo con las niñas. “Me trataron de loco, de mentiroso, pero sobre todo de violento… Acá está la prueba de que fue todo armado, todo inventado”, afirmó. A su vez, el futbolista sostuvo que existieron tres denuncias falsas en su contra para alejarlo de sus hijas: “Confié en la Justicia desde el primer momento, y confió en que gente lacra y basura como ustedes terminen tras las rejas. Sí, señores, esta gente representa a mis hijas. ¡Qué vergüenza!”.
Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.
