El Hospital Garrahan, institución pediátrica de referencia nacional, enfrenta una situación de tensión entre el Gobierno y sus trabajadores. Los reclamos salariales por parte de médicos, residentes y administrativos se contraponen a las medidas de control implementadas por el Gobierno, generando un debate sobre la gestión de recursos y la eficiencia del hospital.
El Gobierno nacional, a través del Ministerio de Salud, anunció la implementación de un sistema de control biométrico para auditar el presentismo y los horarios de los trabajadores del Hospital Garrahan. Esta medida se justifica bajo el argumento de” detectar y eliminar posibles irregularidades administrativas”. Adicionalmente, se evalúa la posibilidad de otorgar un “plus por productividad” a los médicos, aunque los criterios de evaluación aún fueron definidos.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, declaró que se están ordenando las cuentas tras años de incremento en cargos jerárquicos en el Hospital Garrahan. Adorni también señaló una desproporción entre la cantidad de personal administrativo y médico, sugiriendo que esto impacta negativamente en la distribución de los recursos.
“El Garrahan no está desfinanciado, es una mentira. El dinero no está llegando donde tiene que llegar”, agregó Adorni.
Fuentes del Gobierno relativizaron el éxodo de profesionales y señalaron que en lo que va de 2025 “hubo 70 trabajadores que se desvincularon del hospital” y que “los médicos se reemplazan”.
Los médicos residentes denuncian salarios considerados insuficientes, situándose en $797.061 por jornadas laborales que superan las 60 horas semanales. Esta situación, según los trabajadores de la salud, provocó un éxodo de profesionales hacia el sector privado en busca de mejores remuneraciones. Los reclamos se centran en “la necesidad de mejorar las condiciones salariales y laborales para garantizar la calidad de la atención médica y evitar la fuga de talento”.
Según datos del Ministerio de Salud, el presupuesto de gasto corriente del Hospital Garrahan experimentó un aumento del 244% en 2024, pasando de $48.000 millones a $165.000 millones. Este monto se mantendría sin cambios para el año 2025. Sin embargo, el gobierno persiste en la controversia sobre cómo se distribuyen estos recursos y si se están destinando de manera efectiva a mejorar los salarios y las condiciones laborales del personal de salud.
La Secretaría de Trabajo dictó la conciliación obligatoria, lo que obligó a los médicos residentes a suspender las medidas de fuerza. Sin embargo, solicitaron una reunión con el Ministerio de Salud para buscar una solución al conflicto.
El Gobierno subrayó que “no va a poner en riesgo el equilibrio en las cuentas del Garrahan” y que se están implementando medidas para bajar gastos en seguridad y compra de medicamentos.
