Wanda Nara y Mauro Icardi continúan sus batallas mediáticas y judiciales, en medio del divorcio y de las acusaciones de todo tipo. Ahora, mientras el futbolista contratado por el club Galatasaray se encuentra en Turquía junto a Eugenia “la China” Suárez, una nueva denuncia salió a la luz.
El deportista denunció a su exesposa por el “abandono material y emocional” de Francesca e Isabella, las hijas que tienen en común. En el escrito, dado a conocer en el programa LAM, Icardi aseguró que Nara ejerce gaslighting contra las niñas.
“La señora Wanda Nara actúa como una persona patológica y tóxica de manera evidente. Las personas tóxicas utilizan dos mecanismos de acción: la culpa y el miedo. Lo narrado no es más que el ejercicio de lo que la psicología actual ha dado en conocer como gaslighting, que es una forma de manipulación psicológica que lleva a las personas a cuestionar su percepción, memoria y cordura y que puede tener efectos devastadores a largo plazo”, leyó Ángel de Brito, evocando parte del expediente. Pero, ¿qué es realmente el gaslighting?
Manipulación, abuso emocional, violencia. Todas estas conductas se incluyen dentro de lo que los especialistas denominan gaslighting, una situación que, si bien se puede dar en todo tipo de relaciones, suele ser más habitual en los vínculos de pareja.
“El gaslighting es un término que se utiliza coloquialmente para describir los esfuerzos por manipular el sentido de realidad de una persona. Desde la psicología se relaciona con la descalificación”, explicó a Clarín Valeria Bedrossian, psicóloga especialista en terapia de pareja (@valeria.bedrossian).
La “técnica” de quienes ejercen este tipo de abuso consiste en descalificar sistemáticamente la percepción de la realidad de una persona para intentar controlarla. La especialista mencionó que en estos casos “quien intenta manipular puede ser muy persuasivo a la hora de convencer a la víctima de estar exagerando, ser muy susceptible, percibir erróneamente o incluso sugerirle algún tipo de trastorno mental”.
Los efectos son progresivos y así quien ejerce este nivel de dominio gana poder. “En muchos casos puede que la víctima comience a dudar de su propia percepción y finalmente se someta por completo a la construcción de la realidad que intentan inducirle”, afirmó la psicóloga.
El gaslighting puede ser “igual o más dañino que la violencia física“, aseguró Bedrossian. “Tanto la violencia física como la violencia psicológica tienen un alto impacto y daño a la integridad de las personas. Lo que sucede en el caso del gaslighting es que precisamente por su carácter pasivo agresivo es muy difícil de detectar“, detalló.
Como consecuencia de esto, se corre el riesgo de perder confianza en las propias percepciones, así como de degradar la autoestima “hasta quedar en estado de indefensión”.
A raíz de del gaslighting, explicó la experta, las víctimas pueden desarrollar depresión, distimia (un tipo de depresión crónica), ansiedad, adicciones y trastornos psicosomáticos diversos.
¿Cómo reconocer si estás en una relación o vínculo tóxico? Éstas son las algunas señales de alarma:
La especialista mencionó cuatro puntos fundamentales a la hora de desarmar la dinámica del gaslighting: