El enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, llegó este miércoles a Moscú, para reunirse con el presidente ruso, Vladímir Putin, justo antes de que termine el ultimátum impuesto por el presidente estadounidense, Donald Trump, para que detenga la guerra en Ucrania.
El representante especial de Rusia para las negociaciones con EE.UU, Kiril Dmítriev, recibió a Witkoff en el aeropuerto de Vnúkovo en Moscú y posteriormente dieron un paseo por un parque cerca de las murallas del Kremlin, según informó la agencia TASS.
Esta es la quinta visita del emisario estadounidense a Rusia desde principios de año, siendo la última el 25 de abril.
Previamente, Trump anunció que impondría sanciones a Rusia y a sus socios comerciales si no llegaban a un acuerdo sobre la solución en la guerra de Ucrania, reduciendo el 29 de julio este plazo a 10 días, con el día 8 de agosto como límite.
“Si llega la fecha límite y Rusia no ha aceptado un alto el fuego, habrá sanciones. Pero (Moscú) parece bastante bueno para evitar las sanciones. Son personas astutas y bastante hábiles para eludirlas”, declaró Trump el domingo.
Por su parte, el Kremlin había asegurado esta semana que estaría encantado de recibir a Witkoff.
“Siempre nos alegra ver al señor Witkoff en Moscú y mantener contactos con él. Los consideramos importantes, significativos y muy útiles”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Según Estados Unidos, los futuros pasos dependerían de las conversaciones de Witkoff con la parte rusa.
El plazo que Trump dio a Putin termina el viernes, pero hasta ahora las promesas, amenazas y presiones no han logrado cambiar la posición del Kremlin, y el obstinado estancamiento diplomático sigue en pie. Mientras, Ucrania pierde territorio en la línea del frente, aunque no hay indicios de un colapso inminente de sus defensas.
En un primer momento, la Casa Blanca dio a Moscú un plazo de 50 días, pero más tarde adelantó la fecha del ultimátum mientras el Kremlin seguía bombardeando ciudades ucranianas.
Las posibles sanciones podrían incluir restricciones adicionales pensadas para poner trabas a la economía rusa, así como aranceles secundarios dirigidos a países que compran petróleo ruso, como China e India.
El Kremlin ha insistido en que las sanciones internacionales impuestas desde que invadió a su vecino en febrero de 2022 han tenido un impacto limitado.
Ucrania insiste en que las sanciones están afectando a la maquinaria de guerra de Moscú y quiere que los aliados occidentales las intensifiquen. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, instó el lunes a Estados Unidos, Europa y otras naciones a imponer sanciones secundarias más fuertes en los sectores de energía, comercio y banca de su rival.
Con información de EFE y AP