Carlos, el chofer de la línea 146 que recorre desde el Correo Central hasta Ciudadela, se jubiló después de muchos años al volante. Su última vuelta no fue como cualquier otra: familiares, compañeros de trabajo y pasajeros lo sorprendieron en una parada con globos, bengalas y mucho cariño para despedirlo con una gran fiesta.
La emoción se sintió en el aire cuando los pasajeros especiales comenzaron a gritar “¡Última vuelta!” mientras Carlos recibía abrazos y aplausos. Fue un momento cargado de respeto y gratitud por toda una vida dedicada a manejar el colectivo y cuidar a quienes día a día subieron a su unidad.
Esta emotiva escena, que quedó registrada en varios videos que fueron publicados por su hija en Tik Tok, es un recordatorio de que el afecto y la admiración por el trabajo bien hecho trascienden más allá de la rutina diaria. Carlos cerró su ciclo con una sonrisa y el corazón lleno, dejando una huella en cada una de las calles recorridas.