Alan Lez (29) siempre soñó con poder cambiarle la vida a las personas a través de la música. Sin embargo, nunca imaginó que audicionar para La Voz Argentina (Telefe) podría acercarlo a cumplir su objetivo, y además catapultar exponencialmente su incipiente su carrera artística.
Nacido un 25 de marzo de 1996 en el partido bonaerense de San Antonio de Padua, Alan siempre supo que se iba a dedicar a la música.
“Si no puedo vivir de la música, quiero vivir con la música”, se decía cuando era tan solo un niño.
“Recuerdo muchísimo, cuando era chico, escuchar mucho los DVDs con videoclips de los ’80 y ’90 que compraba mi papá. Y crecí escuchando ese tipo de música, tanto rock nacional como internacional. Veía esos videoclips y quería dedicarme a eso”, le contó el joven artista a Clarín.
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En las Audiciones a Ciegas, Alan Lez cantó “Prisionero” y conquistó a todos
Aquellas experiencias se convirtieron en práctica durante la adolescencia, cuando, apenas con 14 años, comenzó a incursionar en la escritura de sus propias canciones. Aunque sus historias y experiencias personales eran distintas a las que puede contar hoy con 29 años, siempre sintió la necesidad de poder expresarse en letras musicales.
“No digo que soy un poeta y que escribo canciones súper rebuscadas, pero mi idea siempre es poder expresar qué era lo que sentía en ese momento puntual”, explicó sobre su faceta como compositor.

A lo largo de su carrera musical, Alan tuvo la suerte de estar bien acompañado por su mamá y su papá, quienes lo apoyaron en todo.
Su padre era albañil y también trabajaba en otras áreas del rubro de la construcción, como la carpintería y la pintura. Su madre, por su parte, “siempre se dedicó a vender cosas por internet, siempre laburando…”.
Sin embargo, Alan siempre supo que su carrera solo iba a crecer si se mudaba a la Ciudad de Buenos Aires, un paso que tuvo como meta desde muy chico. “Sentía que estaba más cerca de todos los lugares a los que me gustaba ir. Y la ciudad tiene un encanto lindo con el arte y la música. Y siempre tuve el apoyo de ellos de mudarme y seguir este sueño”, expresó.
“Estaba queriendo crecer a nivel profesional, encontrarme con músicos, artistas independientes… tener ese intercambio cultural y musical que me enriquecería muchísimo”, recordó el artista.

En el año 2022, cuando Alan estaba dando ese gran paso, se vio afectado por una situación que le dio a su vida un giro de 180 grados: su papá sufrió dos ACV, lo que lo obligó a tener que dejar de trabajar e ingresar a un centro de rehabilitación para poder salir adelante.
En medio de tanto dolor, Alan explicó que fue la música la que sirvió como su refugio: “En la música todos encontramos un espacio para refugiarnos. Realmente sentía la necesidad de poder compartir lo que sentía en mis historias. Por eso, además de refugiarme escuchando música, también me refugié escribiendo música, escribiendo canciones, escribiendo esas historias como una forma de canalizar todo ese dolor y esa oscuridad que estaba pasando”.
Así, dos años después, Alan finalmente lanzó su primer álbum, titulado Full 25/7.
“Es un disco que escribí cuando estaba realmente siendo consciente de que no tenía tiempo para hacer muchas cosas porque estaba trabajando y a la vez quería dedicarme a la música. Entonces, entre toda esa vorágine me di cuenta de que mi día no tenía 24 horas, sino 25”, relató.

Además, el número 25 lo recuerda a diversas experiencias lindas que vivió a lo largo de su vida, incluso el día de su cumpleaños, tomando un significado más importante.
“Fue una celebración de nostalgia, de celebrar ese niño interior que todos tenemos adentro, que todo el tiempo nos está golpeando la puerta y diciendo ‘che, no te olvides de lo importante de las cosas’. Uno cuando es chico tiene esa inocencia que se transmite en música, en cosas muy referidas al arte. Y también narra esta transición de crecer, de ser un chico, de estar ahí con mis viejos, y de golpe mudarme solo a la ciudad y seguir este sueño. Siento que a todos en algún punto nos cuesta dar ese paso”, describió.
Además de la música, Alan tiene otro costado artístico que se diversifica en el diseño gráfico, una carrera que estudió durante cuatro años en la Universidad de Morón y a la que se dedica desde hace varios años.
Además de trabajar en imprentas y de manera freelance para ayudarse económicamente, también aprovechó sus conocimientos para realizar diseños para él mismo.

“Era como otro plus que yo le aportaba a mi música, editando mis videos, haciéndome fotos, generando comunicaciones para redes sociales cuando hacía algún show… Siempre le buscaba la vuelta para poder autogestionarme mis cosas. Pero estoy con la meta y confío que tal vez más adelante pueda poder dedicarme de lleno a la música, que es un poco el sueño que tengo”, relató, con ilusión.
La Voz Argentina: el programa que lo acercó a cumplir el sueño
Hasta hace poco menos de dos meses, el día de Alan consistía en levantarse temprano, hacerse un café, realizar algunos trabajos de diseño, visitar a su papá, entrenar su voz y su físico en el gimnasio, asistir a una clase de baile y sacar a pasear a su perrita chihuahua…
Sin embargo, todo eso ahora cambió.

“Siempre tuve el bichito ese que me picaba y me decía, ‘si en algún momento hay algún reality, sumate’. Pero no me animaba, me daba cosa. Y de golpe en este tiempo de mi vida, en el que estaba viendo cómo compartirle a más gente mi música, vi la posibilidad de anotarme en La Voz”, recordó acerca de cómo surgió la idea de participar del certamen de talentos que ya va por su quinta edición en la Argentina.
El 25 de febrero (nótese el número), Alan se despertó temprano como lo hacía siempre y, con mate en mano, realizó la larga fila para presentarse en el casting presencial del reality. Sin embargo, ese día no quedó seleccionado. “Te dan 10 segundos para cantar y uno no puede desplazarse todo lo que se quisiera, y en el medio se te cruzan emociones… Es muy poco tiempo”, se sinceró.
Pero su sueño no se terminó ahí.
Su talento fue reconocido en las redes sociales gracias a su casting a través de TikTok, en el que se pudo expresar mejor, y poco después lo llamaron para avisarle que había quedado.

Así llegó el momento con el que lo conoció todo el país: su audición a ciegas, en la que se animó a interpretar su versión de Prisionero, de Miranda!, frente a los propios autores de la canción.
“Muy agradecido porque esa canción la hice con mucho respeto, sabiendo que iba a estar Miranda! ahí presente, estos íconos del pop que yo le digo ‘Mamá y Papá Pop’. Y uno se para en ese escenario, que de por sí ya es imponente, y en el momento en que se apagan las luces y comienza la canción es ahora o nunca. Era una vorágine de adrenalina muy linda”, recordó sobre aquel momento tan especial.
Su presentación fue tan hipnótica que se convirtió en la favorita de muchos fans del ciclo, siendo la más vista del año en el canal de YouTube del reality. Cabe recordar que Soledad Pastorutti bloqueó a los Miranda!, impidiendo que Alan los pudiera elegir como sus coaches, por lo que finalmente terminó yéndose al team de Lali Espósito.

En esa línea, agregó: “Me sorprendió muchísimo la reacción de la gente. Siento que es todo como una fantasía pop. Imaginate que en ese momento en el que La Sole discute con Lali, yo estaba en un cumpleañito, era todo muy lindo, muy loco. Siento que mi fin con esto era poder seguir el camino del pop. Y Lali me abrió las puertas a su team de esa forma tan cálida… Estoy muy agradecido, porque siento que estas experiencias son las que te enriquecen muchísimo como artista”.
-De esa audición salió tu frase “Esta es mi primera vez en La Voz Argentina y dicen que las primeras veces duelen, pero a mí me encantó”. ¿Sos siempre así de desinhibido?
-Yo a veces soy medio ocurrente con esas cosas, me gusta hacer ese tipo de chistes. No pensé que iba a quedar… Cuando lo dije pensé, ‘uy, un poquito me desubiqué’. Pero bueno, creo que la gente lo tomó de forma divertida, je.

-¿Cómo es trabajar con Lali como coach? ¿Hubo algún consejo que te haya marcado especialmente?
-Siento que es una mina que laburó desde muy chica y que uno la tiene tan presente. Yo crecí con Lali básicamente, siento que somos amigos de toda la vida. Es la sensación que ella te da, es muy cálida y estoy aprendiendo mucho de ella. El valor de la interpretación y el valor de la performance, porque más allá de que uno pueda cantar muy bien o tener sus recursos vocales, cómo uno transmite más allá la canción es el desafío extra.
-¿Qué es lo que no se ve en cámara del detrás de La Voz Argentina?
-La gente no termina de ver cómo nos llevamos tan bien todos, somos un grupo muy lindo. El vernos constantemente en los ensayos e intercambiar las experiencias y las historias enriquece muchísimo al programa. A medida que van pasando las etapas se nota cómo el equipo ya está más sólido. Tampoco se ve cómo Lali viene y nos abraza a todos, charlamos, hablamos y compartimos nuestras historias, eso es re lindo.
-Después vino la batalla de Burning Love con Pablo Cuello, que te volvió a catapultar a la fama y hasta creó un ship, ¿cómo viviste esa segunda presentación?
-Fue un desafío realmente, yo a Pablito lo quiero un montón, hemos coincidido muy bien en los ensayos. Eso es lo divertido de la batalla, que estábamos compartiendo un momento muy clave para los dos, en un escenario muy imponente. Y tuvo muy lindas repercusiones, a la gente le gustó el acting que fue muy divertido, como que uno le respondía a otro, y el otro que le hacía el juego de la batalla. Las reacciones son muy divertidas, me divierte mucho Twitter.

-También pasaste Los Knockouts y seguís avanzando… En redes sos uno de los favoritos y candidatos a ganar. ¿Cómo llevás de golpe esta fama y cariño de la gente?
-Es una sensación muy rara. Ayer estaba caminando y unas chicas me pidieron una foto, fue muy divertida la experiencia, la sensación… Es algo que viene de la mano con el exponerse en un programa tan lindo. Uno no está acostumbrado a recibir ese cariño extra y eso te acerca mucho a la gente. Es muy loco que una presentación les cambie un momento del día a día, les saque una sonrisa, eso es lo lindo de entretener.
-Si no ganaras vos, ¿a quién te gustaría ver como ganador de esta edición?
-Y… No sé… Yo voy a apostar a que todo el “Team Lali” gane para sacar a Lali ganadora.

-¿Qué es lo que más te ilusiona de tu vida después de que termine La Voz?
-Me ilusiona muchísimo seguir generándole algo a la gente, poder seguir compartiendo lo que me gusta, que a la gente la entretenga y, sobre todo, sacarle una sonrisa en algún día malo. Todos tenemos días malos y a veces un momento de música, te puede cambiar muchísimo. Y si a mí me cambió la vida la música, espero que a la gente también.