La grasa corporal es uno de los indicadores más fiables para evaluar el estado de salud de una persona, incluso más que el Índice de Masa Corporal (IMC). Un reciente estudio de investigadores internacionales reveló que medir la proporción de grasa en el cuerpo permite detectar riesgos graves de salud que el IMC pasa por alto, especialmente en personas con peso normal pero alta acumulación de grasa.El IMC, ampliamente utilizado en la práctica médica, se calcula dividiendo el peso por la altura al cuadrado. Sin embargo, este método no distingue entre masa muscular y grasa, lo que puede llevar a diagnósticos imprecisos. Por ejemplo, una persona con buena masa muscular podría ser catalogada como con “sobrepeso” cuando en realidad está en excelente estado físico, mientras que alguien con peso normal pero exceso de grasa podría estar en riesgo.Los investigadores explican que este tipo de grasa oculta, especialmente la grasa visceral que rodea los órganos internos, está vinculada con un mayor riesgo de diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedades cardiovasculares e incluso ciertos tipos de cáncer.Este hallazgo refuerza la necesidad de medir la composición corporal de manera más precisa, ya que el porcentaje de grasa aporta información clave sobre el estado metabólico de una persona. Detectar a tiempo un exceso de grasa, incluso sin un aumento de peso visible, podría salvar vidas.Por eso, los expertos sugieren que las evaluaciones de salud incluyan métodos complementarios al IMC para una visión más completa del bienestar general.El sobrepeso es mucho más que un tema estético: representa un conjunto de riesgos para la salud que pueden acortar la expectativa de vida y deteriorar la calidad de vida. A medida que aumenta la grasa corporal, crece la probabilidad de desarrollar enfermedades crónicas que requieren tratamiento prolongado.Entre las principales complicaciones asociadas al exceso de grasa se encuentran la resistencia a la insulina, la dislipidemia (alteraciones en los niveles de colesterol y triglicéridos) y la inflamación crónica, un proceso silencioso que deteriora progresivamente órganos y tejidos.La grasa abdominal, en particular, se asocia con un riesgo cardiovascular elevado. Estudios recientes muestran que las personas con circunferencia de cintura alta tienen mayor incidencia de infartos y accidentes cerebrovasculares, incluso cuando su IMC se encuentra dentro del rango normal.El exceso de grasa también está relacionado con problemas respiratorios como la apnea del sueño, un trastorno que interrumpe la respiración durante la noche y provoca cansancio diurno, dificultad de concentración y riesgo de hipertensión.Por otro lado, el sobrepeso puede afectar la salud articular, ya que el peso adicional ejerce presión sobre las rodillas, caderas y columna, favoreciendo el desgaste del cartílago y la aparición de artrosis.Reducir el peso corporal de forma natural no solo ayuda a mejorar la apariencia física, sino que también disminuye significativamente los riesgos de salud asociados al exceso de grasa. La pérdida gradual de peso a través de hábitos saludables es más sostenible y segura que las dietas extremas o los métodos rápidos, según datos de Healthline.Una reducción del 5% al 10% del peso total ya puede generar mejoras notables en la presión arterial, el control de la glucosa y los niveles de colesterol. Además, perder grasa abdominal contribuye a reducir la inflamación y mejorar la función metabólica.Adoptar una alimentación equilibrada, rica en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables, es clave para alcanzar y mantener un peso saludable. Limitar el consumo de ultraprocesados, azúcares añadidos y grasas trans es igualmente fundamental.La actividad física regular, combinando ejercicios aeróbicos con entrenamiento de fuerza, potencia la quema de grasa y ayuda a preservar la masa muscular, lo que mejora el metabolismo basal.Dormir bien y manejar el estrés también son pilares en este proceso, ya que la falta de descanso y el estrés crónico pueden favorecer la acumulación de grasa, especialmente en la zona abdominal.

La grasa corporal predice riesgos graves de salud que el IMC no detecta, según investigadores | FM Avenida
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