Desde una celda en Estados Unidos, Rafael Caro Quintero transcurre sus días bajo un régimen extremo de aislamiento. El gobierno norteamericano lo responsabiliza por el secuestro, la tortura y el homicidio del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, en 1985. Actualmente, el llamado “Narco de Narcos” permanece casi incomunicado, mientras espera el comienzo del proceso judicial en suelo estadounidense.
Fue uno de los fundadores del Cartel de Guadalajara, una de las estructuras criminales más poderosas de México durante la década del ochenta. Su nombre figura en numerosas investigaciones sobre tráfico de drogas a gran escala hacia Estados Unidos. En julio de 2022, las autoridades mexicanas lograron capturarlo, tras permanecer prófugo durante casi diez años.
Luego de su arresto, fue extraditado a Estados Unidos para enfrentar cargos federales. El Departamento de Justicia lo acusa de ser el autor intelectual del crimen contra Camarena, cometido como represalia por las operaciones encubiertas realizadas por la DEA (Drug Enforcement Administration). Se dice que fue una ejecución planificada y ejecutada con brutalidad por miembros del cártel bajo sus órdenes, según informa la web oficial del gobierno.
Camarena era un agente de la DEA que operaba en México con el objetivo de identificar y desarticular organizaciones dedicadas al narcotráfico. Sus tareas incluían la identificación y desarticulación de estructuras criminales internacionales, como la que lideró Caro Quintero, esto permitió localizar y destruir extensas plantaciones de marihuana pertenecientes al Cartel de Guadalajara.
El agente fue secuestrado por un grupo armado. Días más tarde, su cuerpo apareció sin vida; la autopsia confirmó que había sido víctima de torturas durante un prolongado período. El crimen provocó indignación internacional. El Departamento de Justicia sostiene que la acusación contra Caro Quintero se fundamenta en testimonios, pruebas recolectadas por la DEA y documentos vinculados al expediente Camarena.
En la actualidad, el llamado “Narco de Narcos”, Caro Quintero, se encuentra detenido bajo el régimen conocido como Special Administrative Measures (SAM). Estas medidas, aplicadas en casos considerados de alta peligrosidad, que limitan severamente el contacto del detenido con el mundo exterior.
Caro Quintero permanece aislado. Solo puede comunicarse con abogados e intérpretes autorizados por el gobierno. No está habilitado para recibir visitas ni mantener contacto con otros internos. De acuerdo con su equipo legal, “está muy triste porque está fuera de contacto con la mayoría de la gente”, según lo informaron para el programa mexicano La Saga.
El proceso judicial aún se encuentra en una fase preliminar. Su defensa indica que aún se recaba información clave desde México, ya que parte de la evidencia relevante no se encuentra en territorio estadounidense. Esta situación retrasó el comienzo del juicio, que todavía no tiene fecha establecida. Mientras tanto, continuará recluido en una prisión federal bajo estricta vigilancia. El equipo sostiene que la mayoría de los abogados no están listos para avanzar hasta que se reúna toda la información necesaria.
El caso se lleva adelante bajo el programa Organized Crime Drug Enforcement Task Forces (Ocdetf), que agrupa a distintas agencias federales para enfrentar delitos relacionados con el crimen organizado y el narcotráfico.
Caro Quintero enfrenta múltiples acusaciones, secuestro, homicidio de un agente federal, tráfico de estupefacientes y lavado de dinero. Las autoridades buscan probar que durante años dirigió actividades delictivas desde México y que participó de manera directa en la muerte de Camarena.
El Departamento de Justicia subraya que no se trata únicamente de un caso común. El juicio será seguido con atención tanto por México como por Estados Unidos. Se espera que siente un precedente en la cooperación judicial binacional y en el combate a los carteles de la droga.