Las internas en la provincia de Buenos Aires no sólo atraviesan al PRO, a La Libertad Avanza y al kirchnerismo. El radicalismo, sabido es, se partió definitivamente a nivel bonaerense después del lanzamiento de Facundo Manes con un partido propio, hace dos semanas, con un promocionado acto en una isla en Tigre que organizó junto al intendente local, el peronista Julio Zamora.
Manes está intentando armar una suerte de tercera vía electoral, para renovar la banca que ganó en 2021 cuando compitió por Juntos por el Cambio. Pero, sobre todo, busca proyectarse en Provincia donde todo apunta a un comicio muy polarizado entre el oficialismo, con su aliado el PRO, y el kirchnerismo.
La salida de Manes del radicalismo se consumó cuando su hermano, Gastón, renunció a la Convención nacional del partido, jugada que terminó derivando en la creación de su nuevo frente, en el que trabajan ex dirigentes bonaerenses del larretismo como Lucas Delfino, el diputado aliado de Manes en su bloque Democracia para Siempre, Pablo Juliano, más los consultores Federico Zapata y Pablo Touzón.
La expectativa del oriundo de Salto es sacar entre 10 y 15 puntos para fortalecer sus chances hacia 2027 y ser competitivo en el frente provincial o incluso en el nacional. Aspira, además, a que su espacio nuclee a dirigentes de fuerzas afines como varios con los que convive en el Congreso periódicamente.
Entre esa línea de referentes provinciales aparece Emilio Monzó, ex presidente de la Cámara durante el macrismo y actual diputado. También, claro está, aparecen otros nombres pesados como Miguel Ángel Pichetto, Nicolás Massot y Margarita Stolbizer, todos parte del bloque Encuentro Federal.
Hace un mes atrás, no obstante, se dio una situación particular entre Manes y Monzó, según relataron a Clarín en off the record quienes la vieron de cerca.
Los dos se trenzaron fuerte durante una especie de cena de camaradería. A tales niveles de tensión escaló el cruce que se escucharon gritos y mucho enojo de Monzó por alguna reflexión de Manes con la que no coincidió. Allí quedó todo, por ahora.
Las tensiones también involucran al radicalismo, más allá del caso Manes, ya que la semana pasada hubo una reunión de los 27 intendentes que tiene el partido en la provincia. Fue en La Plata y se manifestaron diferentes posiciones sobre la posibilidad de un acuerdo con el PRO y los libertarios en suelo bonaerense. No obstante, por ahora, son apenas especulaciones.
