El miércoles 29 de agosto de 1990 el afamado tren Estrella del Norte, que unía Tucumán con Retiro a una velocidad aproximada a 110 km/h, descarrilló a la altura de la estación San Pedro y obstruyó por varias horas el tránsito del paso a nivel de la calle Mitre.AdsEl escenario fue sorprendente, inimaginable y sin precedentes para los sampedrinos. Fue el primer caso de grandes proporciones, muy por encima de cualquier otra salida de las vías que se haya registrado. Si bien había ocurrido en años anteriores, nada había sido de semejante magnitud.La foto tomada por Víctor Damianovich para el periódico El Imparcial ilustra las dimensiones del hecho. Algunos vagones zigzaguearon, pero se mantuvieron estabilizados, lo que posibilitó que no hubiera víctimas fatales, solo heridos leves.AdsLa crónica del semanario destacó que en pocas horas el personal de Ferrocarriles Argentinos cumplió una eficiente y rápida labor en la reparación del tramo de las vías que resultaron deterioradas.El descarrilamiento se produjo en horas de la mañana, y por la noche dos grúas gigantescas ya operaban para reubicar a los coches sobre la trocha. A la par, las cuadrillas desmontaban los casi 300 metros de rieles que fueron afectados.AdsEl escenario del descarrilamiento en la actualidad. El convoy viajaba a 110 km/h. y quedó esparcido sobre este sector.El carril Buenos Aires-Rosario fue habilitado para operar al día siguiente. Y el viernes los vagones habían sido reubicados y llevados hacia los talleres. Solo restaba terminar el levantamiento de “los durmientes destrozados, los hierros retorcidos y las piedras esparcidas” de una de las trochas, informó El Imparcial.Todo terminó el sábado, para normalizar el tránsito de los convoyes, pero con precaución.“Una señora se mostró muy nerviosa el día del accidente y solicitó la búsqueda de un maletín negro, que para ella era muy importante. Era la esposa del embajador argentino en Grecia”, detalló la crónica de El Imparcial.Hubo que buscarlo y la tarea demandó un grupo de personas que durante varias horas se abocó a ello. Vicente Colazo, bombero voluntario, fue quien descubrió que un camarero del Estrella del Norte era quien lo tenia.AdsNo lo quería entregar sino era en mano de la propietaria, por lo que hubo que llevarlo hasta el cuartel de Bomberos, donde la mujer aguardaba el resultado de la búsqueda, alterada.Al recuperar el maletín, la esposa del embajador griego prometió una gratificación a la institución que había colaborado con ella.“Gente con varios años de labor como ferroviarios, apuntaban en sus supuestos hacía la falla de alguna aguja en el cambio de vías ubicado a pocos metros del paso a nivel norte (frente a la cámara frigorífica de Guzzo), lugar donde se evidenció que allí comenzó todo. De esta manera descartaban, abiertamente, alguna falla que pudieron haber presentado los vagones, que en un total de siete quedaron marginados de la trocha”, destacó El Imparcial. Puede interesarte

A 35 años del día que el Estrella del Norte descarriló en el paso a nivel frente a la planta de Arcor | FM Avenida
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