En su apuesta por avanzar hacia las elecciones de medio término sin sobresaltos en el frente cambiario, este lunes entrará en vigencia una nueva vuelta de tuerca al fuerte apretón monetario que ha desplegado el equipo económico en las últimas semanas. Con subas de encajes, mayores controles a los bancos y una licitación “fuera de agenda” que busca canalizar cualquier excedente de pesos a títulos del Tesoro, Caputo y su equipo buscan garantizar una relativa “pax cambiaria”, aún a costa de un mayor costo del dinero y un posible impacto en la actividad.A partir de hoy, los bancos están obligados a dejar depositados en el Central BCRA un 50% de los depósitos a la vista y en caja de ahorro que reciban. De ese total, 40 puntos serán en efectivo y 10 puntos se podrán integrar con bonos. Para esto último, la Secretaría de Finanzas lanzó una “licitación fuera de programa” que tendrá lugar este lunes por la que se espera absorber parte de los casi $6 billones que las entidades no quisieron renovar en la licitación de la semana pasada.Pese a que las entidades no les gustaron el tono de las medidas, en la City creen que el torniquete que aplicó en conjunto el Banco Central y el Tesoro puede servir para aspirar ese excedente de pesos. Es que mientras los pesos encajados en el Central pagan una tasa de 0%, la alternativa de integrar parte de esas tenencias con una letra, como la TAMAR que al jueves pagaba casi el 50% mensual, podría ser una alternativa para los bancos.”Luego de la eliminación de las LEFI y ante la volatilidad observada en el mercado de dinero, el gobierno está tomando medidas para absorber los excedentes de liquidez y evitar oscilaciones en las tasas de interés. La suba del efectivo mínimo, que busca esterilizar regulatoriamente excedentes monetarios y la forma de integrarlo –con Letras del Tesoro adquiridas en emisiones primarias- apunta en esa dirección”, explicaron en Quantum Finanzas. Sin embargo, el combo de medidas lejos de garantizar la estabilidad de las tasas potencia la volatilidad, con un consecuente encarecimiento del crédito. La semana pasada, el costo de la caución a un día, instrumento de mayor liquidez en el mercado escaló al 80% y esto ya impactó en las opciones que tienen las Pymes para financiarse: la tasa de los adelantos de cuenta corriente, por ejemplo, también llegó al 80% anual.El afán del Gobierno por modificar el esquema monetario que regía hasta julio se encontró con una fuerte resistencia de las entidades. El jueves pasado, cuando se conoció el segundo ajuste de los encajes en menos de un mes, los bancos privados explicaron en voz no tan baja su malestar. “Se están equivocando”, aseguraron. Las entidades deberán afrontar también mayores controles: deberán cumplir la nueva pauta de efectivo mínimo diariamente y en caso de no hacerlo, el Central previno fuertes multas.En la consultora Delphos analizaron las últimas medidas que tomaron en tandem Luis Caputo y Santiago Bausili y destacaron que el objetivo oficial es que los bancos puedan financiar más el largo plazo que la liquidez inmediata, una medida que de fondo busca promover el crédito.”El conjunto de medidas —fin de LEFIs y licitación especial, suba de encajes con foco en depósitos a la vista y FCIs, oferta de TAMAR con spreads de 6% (noviembre) y 7,5% (enero), y ventanilla del BCRA de pases activos a tasa de repos ponderada por volumen +2%— persigue inducir a los bancos a estirar duration y mantenerse férreos en su restricción al control de agregados”, detallaron. Sin embargo, alertaron: “La falta de migración a plazos y la no renovación de $5,8 billones en la última licitación muestran que la transición aún es incompleta, por lo que el control de agregados y el drenaje regulatorio sostienen un nivel de tasas elevado por más tiempo”.Analistas de Invecq coincidieron: “Este esquema, podría consolidar niveles elevados de tasas de interés en los próximos meses -en un contexto donde aún restan vencimientos por cerca de $9 billones en agosto-. Si bien la estrategia busca contener presiones cambiarias y anclar la inflación, también incrementa el riesgo de una mayor desaceleración de la actividad económica y de que el Gobierno llegue a las elecciones en un escenario de elevada tensión financiera”.El nuevo esquema representa un entorno más desafiante para los bancos. “Las entidades financieras enfrentan desafíos no solamente en la normalización del manejo de la liquidez luego del desarme del esquema de LEFIs, sino también en el negocio en sí mismo, por tasas pasivas crecientes –TAMAR real de 2% de TEM-, spreads que ajustan, y también un mayor riesgo crediticio, en un marco donde la mora viene creciendo desde fines del año pasado”, apuntaron en Quantum Finanzas.

Apuesta contra los bancos: arranca la suba de encajes, más controles y una licitación clave | FM Avenida
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