Un motociclista de 40 años murió de forma brutal en el barrio Cerrito y San Salvador de Mar del Plata, luego de engancharse con el cuello un cable de fibra óptica que alguien ató cruzando la calle de lado a lado. La escena estremeció a toda la zona y abrió un abanico de hipótesis: ¿fue una broma de mal gusto? ¿Un intento de robo? ¿O un crimen planeado?
Según publicó Clarín, la víctima fue identificada como José Emilio Carrada, quien circulaba a bordo de una moto Mondial 110 cc. por la calle Soler. Al llegar a la esquina de Marcelo T. de Alvear, pasó por una zona oscura y no vio el cable negro que se encontraba tensado entre dos árboles. El impacto fue directo al cuello. Aunque no fue decapitado, la lesión fue tan grave que murió en el acto.
En un primer momento, el hecho fue caratulado como un accidente. Pero cuando los peritos encontraron varios metros de cable de fibra óptica enredados en la moto y colgando de un árbol cercano a la plaza, la investigación dio un giro. Intervino la Unidad Fiscal de Instrucción N° 1, a cargo de María Florencia Salas, que ahora analiza el caso como homicidio.
Mientras se revisan las imágenes de las cámaras de seguridad, tanto del Centro de Monitoreo como de viviendas particulares de la zona, testigos apuntaron que minutos antes del hecho habían visto a un grupo de jóvenes en la plaza. “Fue una travesura o algo que le querían hacer al que pasara”, relató una vecina a medios locales, sin poder salir del asombro.
Los investigadores tampoco descartan otras líneas: una posible modalidad criminal nueva, o incluso un ajuste de cuentas, ya que trascendió que Carrada tenía antecedentes penales, entre ellos por robo agravado. De acuerdo a lo que informó el portal ANDigital, en la escena trabajó personal del SAME y de la Policía Científica, y en el transcurso de este martes se prevé que se realice la autopsia.
