Hace tiempo que quedó atrás aquella temible Selección de Chile que supo ganarle dos finales a la Argentina de Lionel Messi. Desde la revolución futbolística de Marcelo Bielsa hasta el título con Juan Antonio Pizzi en la Copa América Centenario 2016, el fútbol chileno vivió una era dorada, con identidad y un estilo que se ganó el respeto de todos. Pero hoy, ese brillo parece apagado. Tras quedarse afuera de Rusia 2018 y Qatar 2022, el presente de Chile amenaza con repetir la historia, y Argentina podría darle el golpe de nocaut final.
Esta noche, a las 22, en el Estadio Nacional de Santiago, la Roja se juega su última carta ante el campeón del mundo. Con la obligación de ganar para seguir con vida, el equipo de Ricardo Gareca saldrá a la cancha con el orgullo herido y al límite. Marcha último en la tabla, con apenas 10 puntos y está a cinco de Venezuela, que por ahora ocupa el lugar de repechaje. Es ahora o nunca para una selección que supo tocar el cielo y hoy pelea por no caer en el olvido.
Otra vez, la Albiceleste se cruza en el camino de una selección chilena que atraviesa uno de los momentos más grises de su historia reciente. En estas Eliminatorias, la Roja apenas ganó dos partidos, empató cuatro y perdió ocho. Curiosamente, fueron entrenadores argentinos como Bielsa, Sampaoli y Pizzi quienes moldearon su identidad, la llevaron a conquistar los únicos dos títulos de su historia y hasta a poner contra las cuerdas al Brasil de Scolari en el Mundial 2014. Pero ese ciclo de gloria quedó atrás. Hoy, el presente es otro: si no logra revertir el rumbo, Chile podría quedarse afuera por tercera vez consecutiva de una Copa del Mundo.
Una derrota ante Argentina lo dejaría al borde de una catástrofe futbolística. Si bien las matemáticas aún le darían una mínima esperanza, la realidad sería casi definitiva: en el peor escenario, Chile quedaría a cinco puntos de la Vinotinto, que podrían ser ocho puntos si este viernes le gana a Bolivia en suelo venezolano. Levantar esa diferencia, con nueve puntos en juego, parece un imposible.
El fixture tampoco es muy alentador: en la fecha 16, Chile visita a Bolivia este martes en la altura, y luego en septiembre le quedará jugar ante Brasil como visitante y con Uruguay en casa, en el cierre de las Eliminatorias.
En este contexto, el duelo ante la Argentina de Lionel Scaloni se vuelve decisivo. La Albiceleste llegará a Santiago con varias bajas de peso: no estarán Leandro Paredes, Enzo Fernández ni Nicolás Otamendi, tres habituales titulares, por acumulación de amarillas. Tampoco dirán presente Nico González (suspendido), Gio Lo Celso (lesionado) ni Alexis Mac Allister, marginado por molestias musculares.
Más allá de lo que refleja la tabla de posiciones, la realidad deportiva de Chile atraviesa su peor momento en años. Muchos apuntan a la falta de renovación como uno de los principales problemas: el equipo sigue dependiendo de jugadores históricos como Arturo Vidal (38), Alexis Sánchez (36) y Charles Aránguiz (36), todos convocados por Gareca para enfrentar a Argentina y Bolivia, a pesar de que el recambio generacional es cada vez más necesario.
“Vidal y Pizarro tienen buen pie, pero paraditos como juegan acá (en Chile), con pases para el lado, pero tienen cero movilidad. Racing le puso un poquito de ritmo encima y se cayó a pedazos el mediocampo de Colo Colo”, dijo Johnny Herrera, ex arquero de la Universidad de Chile y el seleccionado chileno. Además, disparó contra Arturo Vidal después de que el volante afirmara que le iban a ganar a Argentina en Santiago: “Tiene que hacer lo que dijeron los compañeros de cerrar la boca y dedicarse a jugar porque, aparte de yeta, siempre que habla queda la cagada en el equipo“.
El ambiente en Chile está enardecido. La Roja está a 90 minutos de definir su destino: acercarse al repechaje y mantener vivo el sueño mundialista, o caer estrepitosamente y quedarse casi afuera de la Copa del Mundo por tercera vez consecutiva.
