En las últimas horas, María Rosa Fugazot abrió su corazón y habló en profundidad sobre la muerte de su hijo, René Bertrand, quien falleció el 25 de junio pasado a raíz de un cáncer en los huesos a sus 53 años.
La actriz, que estuvo como invitada al piso de Intrusos (América, lunes a viernes a las 13), brindó detalles de cómo está atravesando el duelo y cómo sigue su vida tras esa dolorosa pérdida.
“Ojalá pudiera explotar, largar de una vez… Pero no puedo. Es como que me sequé. No siempre fui así”, comenzó diciendo Fugazot con su incapacidad para poder llorar la muerte de su hijo.
En ese sentido, advirtió: “Cuando era jovencita, lloraba con las películas, con la música, con todo… Y de grande, ya hacía un tiempo que venía con eso de no poder llorar…Salvo cuando trabajo. Pero llego a un punto en el que el llanto se me corta”.
María Rosa aún no comprende el triste desenlace y habló sobre cómo se desarrolló en tan poco tiempo el cáncer que llevó a la muerte a su hijo: “Es inconcebible. Yo fui la que le tuve que dar la noticia a Belén, su mujer, porque a mí me lo dijeron por teléfono. Me llamaron y me dijeron: ‘Ya está, se fue’”.
“Yo entiendo que tienen que decirle la verdad a alguien y me tocó a mí. Pero ya me habían dicho el día anterior o dos días antes: ‘El 80 por ciento no sale’. Y yo pensé: ‘Qué amable’. Si soy otra, me quedo seca ahí”, reveló sobre los últimos días del actor y director teatral.

“Hubo uno de los médicos, no sé el nombre, un muchacho muy calladito, que cuando empezaron con que no había cama, que no había lugar y había que trasladarlo, apareció y dijo: ‘De acá no sale. Si no hay cama, fabríquenla’. Explotó de golpe, y tengo que agradecérselo. Y después apareció una cama, así no que no sé cómo son las cosas…”, indicó.
“Salvo los últimos cuatro o cinco días, en los que realmente estaba muy mal, aunque nunca se quejaba y directamente no hablaba del asunto”, agregó, con dolor.
“Yo también era optimista, porque la verdad es que nunca había tenido nada raro. Además, al principio no sabían qué era, después decían que era metástasis, pero no sabían dónde estaba el primero… Yo no puedo entender… Vos no podés decir nada, porque como no sos médico, lo primero que van a decir es: ‘¿Qué querés? Es la madre. Está loca y dice cualquier cosa’. Pero yo no puedo entender que con estos adelantos y todos los estudios que le hicieron…”, dijo, visiblemente confundida.
“Primero pensaban que era un desgarro, una fisura, porque andaba siempre con el nene, levantándolo. Fue muy raro todo. Después el dolor se le pasó a la cadera. No puedo saber qué hubiese ocurrido si lo diagnosticaban antes, pero no podés estar seis meses para diagnosticar una cosa”, aseguró.
En ese sentido, agregó: “Se hizo estudios de acá, estudios de allá. Y algunos los tuvo que pagar, porque hasta que le daban los turnos…Me daba una rabia. Él me decía: ‘Tranquila, mamá, te hace mal’.

“Yo vivo a diez cuadras de su casa e iba todo el tiempo, para ayudar un poco y además porque él me llamaba. Eso fue lo que más me llamó la atención, porque él era muy independiente. A pesar de que no se quejaba, yo sabía que estaba dolorido, no en vano lo parí”, destacó sobre el último tiempo que compartió junto a René
“Hay un punto en el que vos no sabés con quién enojarte. Estoy enojada, muy enojada, pero no sé con quién exactamente”, confesó la actriz en su desgarrador relato.
Con la voz quebrada, María Rosa reflexionó: “Y a lo mejor se van los buenos, porque se está yendo gente muy joven, gente buena, cada vez hay más pibes enfermos. Vos no sabés qué pensar. No sabés si agradecer porque no sufre más. Yo le pedía a Jesús que me llevara a mí en lugar de él, porque es la lógica. Me lo decía también mi hijo mayor: ‘Por lógica era yo, mamá’”.

Por último se refirió a Belén Giménez, quien fuera pareja de su hijo durante los últimos 16 años y con quien tuvieron dos hijos: Sofía y Franco. “Belén es una hermosa mujer con una gran sensibilidad. Ellos tenían una relación muy linda, muy especial. Hablaban todo. Comían tarde, porque esperaban a que se durmieran los chicos, y charlaban o miraban una película”.

“Ella te dice cosas de golpe que te producen una profunda ternura. Me dice: ‘A mí no se me fue mi compañero nada más, se me fue mi maestro, mi mejor amigo, mi confidente’. Y yo me acuerdo en esos momentos cuando René me decía que tenía tres hijos, porque ella era muy jovencita cuando se conocieron”, sentenció Fugazot.