A Athina Onassis, la herencia superlativa y su estatus casi de la nobleza no la dejó a salvo de los dolores más grandes. Pero, al mismo tiempo, en sus últimos años se conoció la traición a su aliado más fiel.Su historia de vida comenzó con desamor y especulación. Una nota del diario español El País resume que su madre -Christina Onassis, la única hija mujer del magnate griego Aristóteles Onassis- y su padre -Thierry Roussel, de una familia ligada a la industria farmacéutica francesa- tuvieron un matrimonio muy fugaz y controvertido.Ellos se conocieron en los primeros años de los 80 en la Costa del Sol y al poco tiempo anunciaron su compromiso. Ya en la primera cita, dice la nota, Christina le regaló US$ 100.000 y él le pidió a ella que cambiara su dentadura, a lo cual ella accedió. Luego, para casarse, él solicitó un acuerdo de participación ganancial.En 1985, nació Athina, llamada muchas veces por la prensa europea la heredera más triste. Al poco tiempo, sus padres se separaron. El detonante fue que su madre se enteró de la relación paralela de Thierry y del hijo secreto de la misma edad que Athina.El primer revés para AthinaA sus tres años, su madre murió de una forma repentina y trágica. En ese momento, como única heredera del legendario armador griego, Athina obtuvo un patrimonio estimado en 2.700 millones de dólares.Athina Onassis fue bautizada por la prensa como la heredera más triste del mundo Foto AFP.Como narra la amiga argentina de su madre, Marina Tchomlekdjoglou de Dodero, en el libro Mi vida con Christina Onassis, la verdadera historia jamás contada- Athina quedó bajo la tutela de su padre.Así fue que creció en un pequeño pueblo suizo, alejada del mundo, junto a su madrastra, con quien su padre engañó a su padre, y tres medio hermanos (los dos mayores nacieron cuando Thierry seguía casado con Christina).Ya más grande, buscó marcar la lejanía con sus orígenes maternos. En 1999, cuando tenía 14 años y tal vez estaba atravesando la crisis de la adolescencia, en una declaración legal manifestó sentir una “gran aversión por todo lo griego, aunque su madre, su abuelo y su fortuna tengan ese origen”.Al mismo tiempo, su padre le dio una vida solitaria y siempre buscó manejar su fortuna.El matrimonio como huidaA los 18 años, relata una nota de ABC, se fue a vivir con el jinete olímpico brasileño Álvaro de Miranda Neto, más conocido como Doda.Athina Onassis perdió cuando tenía tres años a su mamá, Christina Onassis Foto AFP.El tenía en ese momento 30 años, un hijo biológico y otro del corazón de su relación anterior.La hípica y el amor por los dos hijos de él fueron los grandes puntos de unión. También, los viajes y el lujo.Dos años más tarde, en 2005, celebraron su boda en una ceremonia exclusiva y hermética en San Pablo. La información del sitio ProtoThema es que el padre de la novia no fue invitado.Athina parecía por fin haber encontrado un refugio de contención. Pero su micromundo se derrumbo cuando ella se enteró de la doble vida de él. De acuerdo a la nota de ABC, este vínculo había surgido un mes después del casamiento entre ambos.Casi como un destino familiar, el acuerdo de divorcio le implicó a ella millones de dólares.Su traición al más fiel confidenteEl contrapeso en su abandónica vida fue Alexis Mantheakis. De origen africano y con estudios en la Universidad de Stanford, fue su gran apoyo y confidente desde 1998, cuando el padre de ella lo contrató como portavoz y escudo para defender la fortuna de su hija.Athina Onassis se casó muy joven con el jinete olímpico brasileño Álvaro de Miranda Neto, conocido como Doda.Pero, en 2017, cuando Mantheakis le reveló información sensible sobre la doble vida de su marido, Athina decidió alejarse de él.No solo eso. Una nota de Hola Estados Unidos revela que años después Mantheakis se acercó a ella para pedirle plata para solventar el tratamiento de leucemia de su esposa y ella lo ignoró. Algo que su ex colaborador tomó como un puñal en el corazón.Cómo está Athina Onassis hoyEste año Athina cumplió 40 años. Con la nueva década y después algunos años de ausencia, apareció en eventos de la alta sociedad parisina.El punto de atención fue el cambio en su fisonomía que indicaría algunos retoques estéticos. Pero la introversión sigue intacta.

En medio de su soledad, traicionó a su único aliado: las controversias de Athina Onassis, la heredera triste | FM Avenida
Comparte este artículo
No hay comentarios