Después de haber dejado todo en la cancha central para vencer al estadounidense Reilly Opelka por 6-7 (4), 6-4 y 7-5, Francisco Comesaña se enfrenta este miércoles por tarde a su próximo desafío en los octavos de final del Masters 1.000 de Cincinnati, la primera vez que llega a esta instancia en un torneo de esta categoría. No antes de las 18 horas de Argentina se medirá contra el ruso Andrey Rublev, 11° del mundo y noveno preclasificado. Transmite para la TV ESPN3 y por streaming en Disney+.
Si bien se creería que el favorito a ganar el encuentro es el ruso, no es la primera vez que se cruzan en la cancha y el récord favorece al argentino. De hecho, su triunfo contra Rublev en Wimbledon 2024 es uno de los más destacados de su carrera y este miércoles busca volver a repetir el batacazo, o como dicen los hinchas del Tiburón, un Comesañazo.
El presente del marplatense es muy prometedor. Alcanzó la tercera ronda del Masters 1.000 de Madrid y cosechó su primer triunfo sobre canchas rápidas en el cuadro principal de esta categoría hace apenas una semana en Toronto.
En este certamen viene de derrotar al español Jaume Munar por 6-4 y 6-4 en la primera ronda, al argentino nacionalizado italiano Luciano Darderi por walkover con el marcador a su favor en 6-4 y 3-1, y al estadounidense Opelka en un partido en el que pasó de todo.
Francisco Comesaña vomitó por el calor y levantó tres match points para ganarle a Opelka
El marplatense venció con mucho esfuerzo al gigante estadounidense por en un accidentado partido, en el que ambos jugadores tuvieron que ser atendidos por el médico en diferentes momentos, afectados por el calor, y en el que la lluvia forzó una suspensión de más de media hora en un game decisivo del tercer parcial. El argentino pudo mantener la concentración pese a los percances y salvó tres match points ante de sellar su pase a los octavos de final.
El primer servicio de Opelka -que llegaba motivado tras bajar a Alex De Miñaur, ocho del mundo- fue una pesadilla para el argentino y le permitió al estadounidense llevarse el parcial en el tie break, tras dejar pasar una chance de cerrarlo al sacar con el marcador 6-5. A Comesaña, igual, se lo notaba muy enchufado y jugando un tenis de muy buen nivel. Así, fue el primero en sacar ventaja en el segundo capítulo, con un quiebre en el séptimo game para quedar 4-3. Pero cuando se preparaba para sacar 15-0 en el siguiente juego, se sintió mal y paró el juego.
La descompensación del marplatense, 71° del mundo, sorprendió a todos: estaba picando la pelota y de repente se tapó la boca con la mano y salió rápido para el banco, donde una persona de la organización le dio una bolsa para que vomitara y le alcanzaron una toalla y varias bolsas con hielo para que se refrescara. El termómetro marcaba 32 grados y se registraba una humedad de más de 50 por ciento en ese momento.