Con la llegada del frío extremo resulta más difícil incorporar líquido, ya que la sensación de sed y calor no son las mismas que en el verano. Sin embargo, tomar agua es clave en el día a día y la hidratación inteligente parte fundamental de una buena salud. Te contamos sobre los tips para tomar agua durante el invierno.
Lo primero para decir es que tomar suficiente agua durante todo el año es fácil de olvidar, pero es una ráctica esencial para nuestra salud. Los especialistas aseguran que mantenerse hidratado es crucial para nuestro bienestar. Sin embargo, muchas veces no prestamos atención a este aspecto básico de la vida cotidiana.
El agua constituye aproximadamente entre un 60 o 70% de nuestro peso corporal, por lo que es esencial para el funcionamiento óptimo de nuestro organismo, y desempeña un papel fundamental en una amplia gama de funciones vitales. Desde regular la temperatura corporal hasta transportar nutrientes y eliminar toxinas.
Además, durante el invierno mantener una hidratación adecuada puede resultar una gran opción nutricional, tan importante como en el verano. Las consecuencias de no tener una buena hidratación puede hacernos experimentar fatiga, falta de concentración y disminución de la energía.
Como se dijo, aunque la sensación de sed disminuye en invierno, la necesidad de hidratación de nuestro cuerpo se mantiene crucial. Profesionales de la salud y diversos estudios enfatizan que, a pesar de las bajas temperaturas, seguimos perdiendo líquidos a través de la respiración (debido al aire seco y frío) y por la sudoración bajo la ropa abrigada.
Por lo general, diversos estudios recomiendan un consumo diario de entre 2 a 3 litros de agua para adultos, aunque esto puede variar según la edad, sexo, nivel de actividad física y condiciones individuales. Para asegurar una hidratación inteligente, es fundamental no esperar a sentir sed, ya que esta es una señal tardía de deshidratación.
Expertos aconsejan beber agua de forma regular y en pequeños sorbos a lo largo del día. Además del agua, se puede complementar la hidratación con infusiones calientes, caldos, sopas y el consumo de frutas y verduras, que aportan aproximadamente el 20% del agua necesaria y contribuyen con vitaminas y minerales. El mate también está permitido.
Un buen tip es tener siempre a mano una botella de agua, o establecer recordatorios con tu celular. Se puede optar por elegir el líquido a temperatura ambiente si hace mucho frío y no te motiva el beberla de esa manera.
Se trata de que seas inteligente, que establezcas estrategias efectivas para cumplir con los requerimientos hídricos en la temporada fría. La buena hidratación favorece el funcionamiento de los órganos, la concentración, la memoria y la eliminación de toxinas, como se dijo antes. Por todo esto, se gana en bienestar general.
Según el Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS), tomar agua durante todo el día puede ser una herramienta invaluable para aquellos que buscan mantener o perder peso. A menudo, el hambre y la sed se confunden, lo que puede llevar a comer en exceso cuando, en realidad, solo necesitamos hidratarnos.
Por otro lado, el agua también es un gran aliado para la piel y apariencia en general, y puede prevenir la sequedad cutánea y la formación temprana de arrugas. Aunque el café, té, mate y otras bebidas pueden ser parte de nuestras rutinas diarias, no deben sustituir al agua.
