El hallazgo al final del Camino a La Balsa de un automóvil Peugeot 301 robado en San Nicolás implicó que la investigación por el robo profundice algunos aspectos para intentar establecer por qué el coche llegó a San Pedro.
El auto es propiedad de un hombre oriundo de San Lorenzo, ciudad de la provincia de Santa Fe hermanada oficialmente con San Pedro. Fue robado en la zona de José Mármol y Ascasubi, en el barrio Astul Urquiaga de San Nicolás.
La víctima del robo había viajado el viernes 23 para una celebración familiar y dejó el auto estacionado en la vía pública. El sábado, alrededor de las 8.00 de la mañana, se levantó a buscarlo y ya no estaba.
En la vivienda donde pasó la noche tampoco estaban las llaves, que había dejado sobre un mueble, ni un pariente que, según mencionó en la denuncia, tiene antecedentes penales.

Todo indica que el automóvil fue sustraído sin violencia, por lo que son firmes las sospechas que vinculan a esa persona del entorno familiar de la víctima que cuenta con antecedentes y que tendría vinculación delictiva con sampedrinos.
Autoridades locales confirmaron a La Opinión que al Peugeot 301 fue registrado por las cámaras de seguridad del Centro de Monitoreo local cuando ingresaba a San Pedro pocas horas después de haber sido robado.
El lunes por la tarde, vecinos de la zona de La Tosquera vieron el automóvil y la policía del destacamento, en recorrida preventiva, lo halló entre pastizales cerca de la orilla del río, donde termina el denominado Camino a La Balsa.