Son muchos de quienes decidieron quedarse en el país. Quizás porque por su origen familiar o por el lugar donde nacieron y se criaron están ligados a la tierra y en ella quieren trabajar y apostar. Tienen menos prensa que sus coetáneos que emigran de la Argentina, pero hace años que, en distintas instituciones del agro, se forman para dirigirlas en los tiempos por venir.
Representantes de las juventudes de 10 de estas instituciones se reunieron durante el Congreso Maizar 2025, en la llamada Cumbre Joven, iniciativa surgida de una de ellas, Jornaderos Agro, que contó con la colaboración de la Fundación Barbechando. Fue el primero de otros eventos similares que proyectan realizar en 2025 y que buscan intercambiar lazos entre jóvenes de distintas entidades del agro, a fin de trabajar en red para un mejor posicionamiento del agro en la sociedad.
Ramón Amadeo, presidente de Jornaderos Agro (JA), destacó que “tarde o tremprano nos tocará trabajar juntos, por eso nos reunimos por primera vez, para conocer qué hace cada organización, y lanzar un plan de trabajo en conjunto”, dijo, al abrir la Cumbre Joven. Además de JA y Barbechando, asistieron represetantes de ACA Jóvenes, Agro Connect (ITBA), Ateneo CRA, Ateneo SRA, Mesa de Juventudes de Coninagro, Fada Joven, Aapresid Joven y Línea Agronomía Independiente (LAI) -agrupación política universitaria de la FAUBA-.

Amadeo, respecto del trabajo que hacen cada uno de esos grupos de jóvenes, advirtió que “estamos corriendo el riesgo de heredar prejuicios, como el de no hacer cosas juntos e integrados, porque cada institución madre trabaja por su lado. Queremos adelantarnos a que no nos pase eso que les ocurre a otras organizaciones, y empezar a construir una relación, a conocernos, y a partir de ahí, hacer cosas juntos”, enfatizó.
Cerrar brechas
Valentino Costamagna, presidente del Ateneo de CRA, señaló que “buscamos formar dirigentes jóvenes para el agro, no solo para el gremialismo rural, sino para la sociedad y cerrar la brecha campo-ciudad, a partir de una dirigencia joven comunicada y más comprometida, construyendo una agenda de trabajo común con el resto de las juventudes del agro”.

Oriundo de Bunge (General Villegas, BA), integrante de una familia de productores ganaderos de ciclo completo y próximo a recibirse de licenciado en Economía, en la Universidad Nacional de Córdoba, con idea de desenvolverse en políticas públicas, Valentino agregó: “queremos que de esta Cumbre surja una sinergia entre todas las juventudes del agro, para potenciar lo mejor de cada una y lograr una dirigencia joven más comprometida, más unida, con una agenda de trabajo unificada y bien definida”. Y manifestó su deseo que próximamente se institucionalice una mesa de juventudes agropecuarias, para realizar el trabajo que se propogan.
Acercar perfiles
Santiago Garbarino es de Trenque Lauquen (BA), hijo de un productor agropecuario y está a poco de graduarse en Gestión de Negocios, en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA). “Veíamos que había poco o ningún conocimiento del agro, entre los alumnos y tampoco incentivos de parte de la universidad para abordar el tema. Por eso, con 2 compañeros, propusimos hacer un evento de agro en el ITBA. En 2023 hicimos el primer Agro Connect, con la idea de acercar el agro a los perfiles tecnológicos e informáticos y acercar estos perfiles al agro”, contó sobre este evento que ya va por su tercer edición. Luego de realizarse la primera, comenzaron a generarse en el ITBA tesis de grado y proyectos con temáticas volcadas al agro, al tiempo que se abrió una materia más de Agroindustria, contó Santiago.

Sobre la Cumbre Joven, señalo que: “creemos que esta sinergia potencia mucho al sector y que desde este espacio pueden salir ideas muy buenas, en la medida que cada entidad potencie sus fortalezas en estos encuentros”. Es bueno aprender a trabajar en conjunto y no como comunidades aisladas para no cometer los mismos errores que las generaciones pasadas. Trabajando en conjunto podemos llegar más lejos. Hacer encuentros presenciales para bajar a tierra lo que queremos hacer.
Política sin corrupción
Ana Clara Ortiz, licenciada en Relaciones Internacionales, de Río Cuarto (CBA) es presidenta de FADA Joven, la rama juvenil de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina. Explicó que “nos definimos como el pilar social de FADA y nuestra línea estratégica busca trabajar en proyectos con impacto y vincular al agro con entidades públicas y privadas”.
Agregó que realizan un taller de cultura y oficios agroindustriales para difundir las posibilidades laborales que brinda el agro, ya que existe un desfase entre la demanda y la oferta laboral en la agroindustria. “Muchas veces hay trabajo en el agro y se lo busca en los ámbitos más urbanos. Y muchas veces también falta mano de obra capacitada para desempeñarse en el campo”, precisó.

Agregó que desde FADA Joven, integrados a las entidades colegas, “esperamos poder ser propostivos y construir una interacción con una mirada prospectiva”. También se refirió a la situación política del país. “Si bien no hacemos politica partidaria, participamos de estos espacios en pos de vincularnos con la sociedad, para intentar involucrarnos. Lo más macro viene desde la política partidaria o gubernamental, pero creo que cada uno desde la sociedad civil, como ciudadano, puede incidir de distintas maneras”.
Sostuvo que “hay que seguir involucrándose, aunque la realidad de cómo funcionan las cosas en la Argentina tiende a desanimarnos, pero hay que seguir intentando y darlo todo en el espacio que nos toque. Necesitamos una política que no esté ligada a la corrupción, para poder tener una mirada proespectiva de nuestro país que le permita desarrollarse”, concluyó.
Presencialidad vs. virtualidad
Mercedes Debuchy, de Victoria (ER), hija de un productor agropecuario que también es agrónomo, está cursando el 4° año de Agronomía en la FAUBA y allí integra Línea Agronomía Independiente (LAI), la agrupación política estudiantil de esa facultad que lidera el Centro de Estudiantes.
Al presentarse en la Cumbre, enfatizó en que “los estudiantes necesitamos tener una vinculación académico-profesional con las empresas. Los egresados tienen un perfil muy técnico, muchas veces alejado de la realidad laboral. Es frustrante que no podamos vincular bien la teoría y la práctica”, manifestó.

Además agreó que “en la facultad siempre vemos los cultivos y producciones tradicionales, y los alternativos quedan de lado. Creemos que el alumno tendría que tener un pantallazo más amplio de todas las opciones que hay y mostrarle que el campo es mucho más de lo que se ve habitualmente”.
Sobre la Cumbre, se mostró “muy optimista, más que nada porque hay que hacer mucho hincapié en las relaciones sociales pero presenciales. Hay que fomentar el hecho de poder conocernos persona a persona y luego sí seguir los vínculos de manera virtual; la visión del otro que se genera de manera virtual muchas veces es muy distinta a la que se genera de forma presencial”.
Y agregó: “Me encantaría que podamos integrarnos en las capacitaciones y los viajes a campos y empresas, lo que potenciaria mucho más al sector joven. Me encantaría que podamos hacer estas actividades en conjunto, porque el vínculo se vuelve mucho más fuerte cuando hacemos cosas juntos”, aseguró.
Mirada crítica
Pedro Moraiz Magadan, de Darregueira (BA) es hijo de productores agroepcuarios, estudia Agronomía en la FAUBA e integra Jornaderos Agro. Explicó que “nuestro principal objetivo es llevar lo aprendido en la facultad a la práctica real profesional. Hacemos visitas a campo y a empresas, y charlas motivacionales”. Ambas actividades están abiertas a estudiantes de carreras agropecuarias y también a los de otras a quienes les interes la actividad. Actualmente, Jornaderos tiene unos 350 miembros y, en 2024, con 15 grupos de distintas facultades, organzaron 50 jornadas de capacitación.

Sobre la Cumbre Joven, Pedro elogió que “nos hayamos juntado todos. Representamos a organizaciones que si bien somos diferentes, tenemos un objetivo en común: nos importan los jóvenes, las nuevas generaciones. Apuntamos a que los jóvenes nos podamos capacitar, tengamos una mirada crítica y que seamos profesionales serios. Juntarnos es muy bueno para conocer qué hacen otras organizaciones. Lo más importante es armar proyectos en común, estar unidos y trabajar por el futuro del agro; si nos unimos, quizás el agro tenga más importancia”.
Por su parte, Mario Ramón, del Ateneo de la SRA, en referencia al trabajo conjunto de los jóvenes, manifestó que “será bueno tener metas a mediano plazo, con foco en el sector, más allá de cada entidad en particular” y se esperanzó en que “esta cumbre joven sea la semilla de una mesa agroalimentaria, como la que tiene Brasil”.
“No tenemos límites”
Los jóvenes dijeron lo suyo, pero la Cumbre incluyó la participación de referentes del agro que los escucharon y luego les compartieron su mirada y algunas pautas para la gestión dirigencial que ya realizan y la que puedan desarrollar en conjunto en el futuro.
Ángeles Naveira, presidenta de Barbechando, los instó a que “no aflojen y hagan su propio camino” y elogió la frescura y la falta de protocolo con que muchas veces los jóvenes se dirigen a las generaciones mayores, para expresar sus inquietudes. “Multiplíquense, no pidan permiso y complementémonos: tenemos mucho para darles y ustedes tienen mucho para darnos y juntos no tenemos límites”, aseguró.

También invitó a los jóvenes a dejar de lado los prejuicios y mandatos que muchas veces se transmiten por generaciones en instituciones con muchos años de trayectoria que limitan suintegración entre ellas. “Qué sepan lo que hace cada una de las instituciones a las que representan, hace que cuando ustedes estén liderando desde el lugar que les toque habrán recorrido juntos un enorme camino de trabajo común. Lideren sin tener miedo. No pidan permiso y vayan para adelante”, dijo Naveyra citando al papa Francisco. “Siempre vamos a estar al lado; nunca arriba de nadie, porque ya aprendimos de nuestros errores del pasado”, aseguró.
“Laburen como interdependientes”
Ricardo “Ricky” Negri, productor agropecuario, miembro CREA, ex funcionario de Agroindustria y el Senasa, y docente del ITBA, cerró la intervención de los referentes dándole a los jóvenes algunas guías de acción dirigencial, escuchadas con gran atención en la Cumbre.
Aquí una síntesis de esas ideas: “No se restringinjan con las reglas iniciales” de las instituciones que formen. / “Usen siempre el gerundio, reemplazado el “hay que” por “haciendo”, y así hacerse cargo de los cambios y las acciones”. / “Usen las redes para multiplicar y no para dividir”. / “Prioricen el para qué, luego el con quién y finalmente el cómo”. / “Mantengan un balance entre el amateurismo y el profesionalismo”. / “Vean lo que tienen, no solo lo que les falta. / Como “representan a distintas entidades que son interdependientes, laburen como interdependientes”. / “Que lo que hagan sea útil para las personas”. / “No somos más campo; somos agroindustria”. / Las facultades tabican el conocimiento, pero en la realidad ese conocimiento es continuo” (está integrado). / “Hackeen a las instituciones a las que pertenecen, para generar un nuevo ecosistema”. / “Los dinosaurios nos aferramos al pasado porque el futuro nos aterra”. / “El que hace se equivoca, pero el que no hace nada también se equivoca”. / “Rompan los ‘huevos’ para no hacer siempre lo mismo y lograr los mismos resultados”. / “Diviértanse con lo que hagan porque eso genera energía positiva”, concluyó.

Próxima estación
Terminado el encuentro que tuvo a Maizar como excusa para reunir a representantes de distinta geografías, en el grupo de WhatsApp que se utilizó para organizarla ya se comenzó a hablar de la que será la segunda Cumbre Joven, en septiembre próximo, con motivo del Congreso CREA, a realizarse en Tecnópolis (Villa Martelli, Vicente López, AMBA).
La convocatoria buscará ampliar la llegada a más jóvenes y avanzar en pasos concretos para el trabajo que, desde las ideas comenzó a proyectarse en Parque Norte, donde más allá de lo que cada entidad juvenil contó sobre sus acciones, quedó clara la coincidencia de todos sus representantes en la voluntad común de trabajar juntos y unidos por el agro que viene, en el que los jóvenes de hoy ya comienzan a ser protagonistas.