El mantenimiento del basural de San Pedro tiene un costo mensual que supera los 12 millones de pesos, una cifra destinada exclusivamente a la continuidad de la remoción y cavado para depósito de residuos. Sin una transformación profunda en el manejo de estos desechos, que requeriría tiempo y recursos considerables, la situación seguirá sin resolverse, como ha sucedido durante años.
La última propuesta seria llegó en 2017 de la mano de una empresa nicoleña que se ocupa de esa tarea en varias ciudades. Una idea que no prosperó por la ubicación del campo situado en la zona de la Buena Moza donde se iban a instalar los galpones y la maquinaria.
Para quienes transitan por la zona, la realidad del basural se ha convertido en un símbolo de resignación. Los vecinos que utilizan el camino que lo bordea para acceder a La Tosquera no solo exigen la mejora del estado del lugar, sino también un mantenimiento adecuado y ordenado. Para otros, una fuente de recursos. Son quienes revuelven la basura, junto a sus hijos, para extraer algún elemento que se pueda vender, o algo que sea comestible.
Este basural a cielo abierto, ubicado a la vera del río Baradero, representa una seria amenaza ambiental. Es un emblema, junto al vertido de efluentes cloacales en el río, de lo que es el deterioro ambiental. Su proximidad a las napas freáticas constituye un riesgo considerable. Además, se producen incendios causados por la acumulación de gas metano y dióxido de carbono, atrapados bajo la tierra que cubre los desperdicios, emanando un humo que es altamente tóxico.
Años sin una solución de fondo han llevado a que este sitio genere demandas contra el Municipio por el daño causado a plantaciones de frutales en sus cercanías. También han quedado en el olvido diversos proyectos, para los cuales se creó el Fondo para el Tratamiento y Disposición Final de Residuos, implementado a través del Concejo Deliberante, que en los primeros tres meses de este año apenas superó los 23 millones de pesos de recaudación, una cifra insignificante considerando los abultados gastos necesarios para abordar la problemática.
La realidad indica que no se ha avanzado hacia soluciones efectivas, como el método adecuado de la basura, tal como lo contempla el fondo mencionado.
Mientras tanto, bajo el Decreto 168/25, se revisó el contrato del “Servicio de Limpieza y Mantenimiento del Basural Municipal”, administrado por Fausto Capre, socio de la empresa adjudicataria. El ajuste aprobado por el municipio fue del 30,62 %, retroactivo al 1° de noviembre de 2024, elevando el costo mensual a $ 12.476.973,09, solo para mantenerlo en un estado que, después de décadas, hemos “naturalizado”.