Sol, playa y arena y también compras, comidas gourmet y sesiones de fotos. Así pasa sus días Wanda Nara en Ibiza. Tras su estadía en Milán y Roma y su fugaz paso por Múnich para asistir a la final de la Champions League entre el París Saint-Germain y el Inter de Milán – equipos en los que jugó Mauro Icardi – la mediática se tomó un avión y aterrizó en la isla española. Fiel a su estilo compartió con sus 17.5 millones de seguidores de Instagram, las mejores postales de sus vacaciones y una en particular dio mucho de que hablar.
Fueron días movidos para Wanda Nara. La semana pasada voló a Milán junto a su grupo de amigos y, además de disfrutar de las comodidades de su departamento, hacer un poco de turismo y compras en tiendas de lujo, asistió – a bordo de un Lamborghini rosa y vestida al mejor estilo Amber Heard – a la audiencia del juicio de divorcio de Mauro Icardi. Luego viajó a Roma para acompañar a Yovanny Moreta Felis, más conocido como ‘Chiquito’, en un especial del certamen de baile italiano Ballando Con Le Stelle (Bailando con las Estrellas). Tras ganar el concurso y celebrar el triunfo del PSG en Alemania, se trasladó a España para descansar y relajarse.
Wanda Nara llegó a Ibiza prácticamente al mismo tiempo que Mauro Icardi, María Eugenia ‘la China’ Suárez y los tres hijos de ella, Rufina, Magnolia y Amancio, finalizaban su estadía. Si bien en un momento todos estuvieron físicamente en la misma isla y la pareja regresó primero a Buenos Aires, por lo que la mediática tuvo piedra libra para disfrutar sin riesgo de cruzarlos.
El martes, decidió compartir en sus historias de Instagram la intimidad de su estadía y evidenció que su lugar favorito, por excelencia, es la playa. Llegó vestida con un vestido largo color negro de hombros caídos y transparencias con el traje de baño debajo. Eligió un corpiño triangular color blanco y una bombacha negra. Llevó sus pertenencias en un bolso playero de Miu Miu y complementó el look con un par de anteojos de sol y varios anillos y pulseras.
Mientras estuvo en la playa se recostó en una reposera frente al mar y se ocupó de trabajar en su bronceado, tomar refrescos y degustar una paella de mariscos. Asimismo, y fiel a su estilo, no faltó la sesión de fotos. Armó un collage con una imagen suya en traje de baño y otras que ella misma sacó con su cámara, pero todas las miradas se posaron en una en particular que dio que hablar, puesto que estuvo al borde de la censura. Se tomó una selfie en lo que parecía ser el jacuzzi de su habitación del hotel y dejó entrever que habría estado desnuda. Se pudo ver parte de su espalda y el tatuaje de un avión que tiene a la altura de las costillas.
Para culminar el día, usó un vestido blanco de hombros caídos con estampa floral al que le agregó joyas y una cartera rosa de Chanel. Tras hacer algunas compras en una marca de lujo, se sentó en una mesa frente al mar para tomar y comer algo con sus amigos antes de regresar a su habitación del hotel.
