Este lunes por la mañana despidieron los restos de Eulogio Rafael Martínez, el hombre de 68 años que falleció este domingo al mediodía en su domicilio y cuyo cuerpo permaneció en el lugar hasta altas horas de la noche.
El cuerpo fue trasladado este domingo cerca de la medianoche, luego de varias horas de espera por parte de la familia de Martínez, que no sabía como reaccionar ni adónde recurrir.
Según indicaron a La Opinión, en la vivienda en la que Martínez vivía junto a otros familiares, se acercó un funcionario municipal, que les informó que se harían cargo del pago del cajón y una parcela en el cementerio local, pero no supo explicarles cómo trasladar el cuerpo.
Silvia Pierotti, hija del fallecido, comentó que la ambulancia arribó a su vivienda, pero al llegar les dijeron que “no lo podían llevar porque ya estaba muerto”. La policía también fue al lugar, pero al ver que se trataba de una muerte natural, les dieron la misma respuesta.
Luego, se dirigió a la Comisaría, pero tampoco obtuvo ninguna solución para conseguir el certificado de defunción. “No entiendo nada, me dicen que se lo van a dar cuando lo lleven”, había expresado Silvia.
Finalmente, alrededor de las 22.00, en la cochería que habitualmente contrata el Municipio para cubrir el sepelio de personas indigentes, accedieron a buscar los restos de Eulogio para trasladarlo a la casa velatoria.
Ello ocurrió con arreglo a lo que dicta la ordenanza 3.816, que dice que el Municipio debe hacerse cargo del traslado y entierro del cuerpo de las personas fallecidas de bajos recursos cuyos familiares o personas que hayan estado a su cargo no dispongan de los medios económicos para pagar los gastos fúnebres de empresas particulares.