Las reservas del Banco Central volvieron a romper el techo de los US$ 40.000 millones después de más de dos años. Esto ocurrió porque ingresaron a las arcas de la autoridad monetaria los US$ 2.000 millones del REPO, el préstamos que un pool de bancos le otorgó a la Argentina el miércoles pasado.
Con esto las reservas brutas llegaron a US$ 40.461 millones. Se trata del nivel más alto desde febrero de 2023. A partir de allí las reservas fueron bajando hasta tocar los US$ 21.017 millones en el cambio de gobierno de ese año.
Desde allí volvieron a aumentar, aunque en los últimos meses empezaron a bajar nuevamente en medio de la incertidumbre por la demora en el acuerdo con el Fondo Monetario. En la previa a la firma en abril pasado cedieron hasta US$ 24.211 millones y subieron de un día para el otro a US$ 36.777 millones cuando ingresaron los US$ 12.000 millones del préstamo del FMI.
Luego llegaron otros US$ 2.000 millones de organismos multilaterales, la colocación del BONTE 2030 por US$ 2.000 millones y ahora estos otros US$ 2.000 millones del REPO.
Desde la salida del cepo cambiario hace dos meses el Banco Central dejó de intervenir en el mercado para comprar y vender divisas. De este modo, el único camino para reforzar las reservas en este período ha sido la toma de nueva deuda, ya sea con el Fondo Monetario como con otros organismos, colocación de bonos o el reciente REPO.
En este escenario el dólar oficial siguió estable. El mayorista terminó la semana en $ 1.182 y el minorista en el Banco Nación a $ 1.200. El MEP cerró a $ 1.191 y el contado con liqui a $ 1.200. El blue se mantuvo en $ 1.190.
En un día de tensión global por el ataque de Israel a Irán, los mercados terminaron en rojo. El Dow Jones perdió 1,8% y el Nasdaq 1,3%. Esto impactó también sobre los activos argentinos, con retrocesos para los bonos en dólares de entre 0,4% y 1,3%. El Merval perdió 0,7% y los ADR que cotizan en Nueva York terminaron mayoritariamente en rojo, con descensos de hasta 6,7% para Edenor y 6% para Loma Negra y el Banco Supervielle.
Solo se salvaron papeles vinculados a la industria petrolera, como que YPF con un alza de 0,2%. El mejor resultado lo obtuvo Ternium con un avance de 3,2%.
Para Horacio Miguel Arana, economista de la Fundación Internacional Bases, “Argentina está ganando una gran estabilidad financiera desde la implementación del nuevo régimen cambiario, pero aún así, toda incertidumbre internacional debilita los activos locales, lo que se trasluce en caídas en las acciones de empresas claves, especialmente las relacionadas a la regulación política o los vínculos con el Estado. El gobierno logró que estos escenarios no impacten en el dólar, pero es inevitable el impacto en activos locales”.
“El otro impacto se observa más en la deuda, donde Argentina sigue estando expuesta a riesgos que trae aparejado cualquier tipo de volatilidad internacional. Esa tendencia negativa la vemos en la caída de los bonos, en el Bonar 2041 o el Bonar 2029. Argentina necesita todavía profundizar la caída del riesgo país y estos golpes externos a economías emergentes no ayudan para avanzar en ese objetivo”, agregó.
