¿Flores en la comida? Mucho antes de que fuera tendencia, ya aparecían en diferentes preparaciones a lo largo de la historia. Hoy vuelven a escena en platos caseros, en los que suman sabor, aroma, textura y color, con el poder de transformar una receta simple en un plato sorprendente.
Algunas flores que crecen en jardines, balcones o terrazas también se pueden comer. Pero no todas son aptas: para incluirlas en el menú, conviene saber cuáles son seguras, cómo se cultivan y de qué manera se consumen.
Flores ornamentales: qué tener en cuenta antes de consumirlas
Aunque muchas personas se sorprenden por la cantidad de flores ornamentales que a la vez son comestibles, hay que tener presente que no todas lo son: algunas pueden resultar peligrosas para la salud. Por eso, antes de pensar en agregarlas a la lista de vegetales de la cocina, es fundamental confirmar que sean seguras.

Para un consumo responsable, se recomienda:
- Antes de ingerirla, identificar la especie con precisión.
- Usar flores sin pesticidas, preferentemente de cultivos orgánicos o agroecológicos.
- Retirar pistilos y estambres —las partes reproductivas, donde se forma y recibe el polen—.
- Lavarlas muy bien, como se hace con cualquier hoja o fruto de la huerta.
Flores comestibles: cuáles son sus beneficios
Las flores comestibles son ricas en agua, vitaminas, minerales, y contienen compuestos fenólicos con acción antioxidante. Además, son bajas en grasas y calorías, lo que las convierte en un complemento saludable para una alimentación equilibrada.
A continuación, lo que tenés que saber de algunas de las flores comestibles más conocidas:
Viola: flores para platos dulces o salados
Herbácea anual, la viola (Viola cornuta) aparece en otoño, invierno y primavera. Luce como un pequeño pensamiento (Viola x wittrockiana); afortunadamente, ambas son comestibles. Puede ir en el suelo o en una maceta. Requiere un suelo o sustrato —si está en una maceta— rico en materia orgánica y con buen drenaje. Va a pleno sol.
- Tips de cocina. Parte comestible: flor entera y fresca. Sabor: suave, con notas cítricas.
- Usos: en platos dulces y salados, cubitos de hielo. Son perfectas para sumar a las ensaladas.
Rosa: pétalos aromáticos para infusiones y postres

La rosa (Rosa spp.) es un arbusto que suele florecer en primavera y verano —aunque en el norte de la Argentina, pueden hallarse plantas con flores en esta época—. Lo ideal es tenerlo en el suelo, pero se puede tener en una maceta.
Hay que cuidar esta rosa de los pulgones. Si la idea es consumir los pétalos de sus flores, conviene quitar la plaga con chorros fuertes de agua aplicados desde la parte baja de la planta hacia arriba. Requiere un sustrato rico en materia orgánica y con buen drenaje. Va a pleno sol.
- Tips de cocina. Parte comestible: pétalos frescos o secos. Sabor: floral, ligeramente dulce.
- Usos: infusiones, postres, mermeladas, azúcares o vinagres aromatizados.
Caléndula: una flor rústica ideal para platos salados y postres

Esta planta es una herbácea anual que suele hallarse en los viveros en invierno y primavera. La caléndula (Calendula officinalis) puede ir en el suelo o en una maceta.
Requiere un suelo o sustrato rico en materia orgánica y con buen drenaje. Soporta bien la falta de agua, por lo que se la considera una planta rústica. Va a pleno sol.
- Tips de cocina. Parte comestible: pétalos frescos o deshidratados. Sabor: levemente picante y cítrico —similar a la nuez moscada—.
- Usos: sopas, ensaladas, mantecas saborizadas, postres. Es una de las flores ornamentales más comunes en la cocina.
Taco de reina o capuchina: sabor picante y color vibrante en tus platos

Dependiendo de sus condiciones de cultivo, esta enredadera puede comportarse como una herbácea anual o perenne —si está en un lugar reparado—. El taco de reina (Tropaeolum majus) no es una planta fácil de hallar en los viveros, pero tampoco podríamos decir que es rara —por eso la sumamos a la propuesta—. Conviene, directamente, adquirir sus semillas y sembrar.
Sus flores se ven desde la primavera hasta el otoño. Se recomienda ubicarla en el suelo pero, al ser una herbácea de tallos volubles, podría ir en una maceta. Requiere un sustrato rico en materia orgánica y con buen drenaje. El riego debe ser moderado. Puede ir a pleno sol o a media sombra.
- Tips de cocina. Parte comestible: flor entera abierta o pimpollo —fresca—. Sabor: dulce al principio, picante como berro al final.
- Usos: ensaladas, pestos, vinagretas, salsas.
Tulbagia: la flor que huele a ajo y se luce en platos salados

Herbácea perenne, la tulbagia (Tulbaghia violacea) pertenece a la familia de las cebollas. Quien tenga esta planta cerca, habrá sentido su aroma delicioso, especialmente tras las heladas.
Florece en verano y otoño. Puede ir en el suelo o en una maceta. Requiere suelos o sustratos ricos en materia orgánica y que posean un buen drenaje —aunque no es tan demandante como una herbácea anual—. Va a pleno sol.
- Tips de cocina. Parte comestible: flores frescas o deshidratadas. Sabor y aroma suave a ajo.
- Usos: salsas, pescados, chimichurri.
Receta con flores comestibles: arroz con pétalos de rosa
Y como cierre, una receta especial de la cocinera Paula Méndez Carreras —autora del libro Cocina con flores—: arroz enjoyado con pistachos y pétalos de rosas. Una preparación que combina tradición, color y belleza, perfecta para agasajar o darse un gusto en casa.

- Pasa de uvas rubias 40 g.
- Almendras 70 g.
- Arándanos secos o cranberries 60 g.
- Naranja 1 unidad.
- Pistachos 40 g.
- Hojas de menta.
- Aceite de girasol 2 cc.
- Arroz basmati cocido 600 g.
- Advieh.
- Manteca 60 g.
- Azafrán 1 cápsula.
- Para el advieh: Cardamomo 4 semillas. Comino 1 cucharada. Ajedrea 1⁄2 cucharada. Canela 1 cucharada. Cúrcuma 1 cucharada.
Hidratar las pasas de uva en agua caliente durante 10 minutos. En otro bol, hidratar los arándanos por 5 minutos. Escurrir ambos y reservar.
Cortar la cáscara de naranja en tiras finas y blanquearla varias veces —es decir, cocinarla durante algunos segundos en agua hirviendo—.
Reservar una cucharada de almendras, pistachos y pasas de uva. Mezclar el resto con las tiras de naranja y las hojas de menta.
En una cacerola, colocar el aceite y cubrir el fondo con 4 o 5 cucharadas de arroz.
Encima, distribuir parte de la mezcla de frutos secos y una cucharadita de advieh.
Repetir el armado en capas y terminar con arroz.
Hacer tres agujeros en el arroz con una cuchara de madera —esto permite que se forme una costra crocante en el fondo—.
Derretir la mitad de la manteca, agregar el azafrán y dos cucharadas de agua. Verter esta preparación sobre el arroz.
Cocinar a fuego bajo. Al momento de servir, decorar con los frutos secos reservados y pétalos de rosa.
Flores comestibles: una opción saludable, estética y natural para tus platos
Además de realzar visualmente los platos y aportar nuevos sabores, las flores ornamentales y comestibles permiten reconectarse con la naturaleza desde el hogar. Cultivarlas y usarlas es una forma sencilla —y deliciosa— de sumar alegría a las comidas cotidianas. Incluso se pueden tener en espacios pequeños, como balcones.
Y si hay chicos en casa, es posible que sea, también, una linda manera de acercarlos a lo natural, desde una experiencia que combina jardinería, cocina y juego.
Agradecemos el asesoramiento técnico del Ing. Agr. Cristian López (profesor de la Cátedra de Horticultura y Floricultura de la UNLZ) y de la cocinera Paula Méndez Carreras.