Trabajadores de Celupaper están en alerta y atraviesan una nueva etapa de incertidumbre respecto de su futuro laboral tras la aparición de carteles en la planta que anuncian un “programa de retiros voluntarios“.
Hace unos meses, los empleados mantuvieron una serie de reuniones en las que el personal de recursos humanos los “invitaba” a “mudarse” de fábrica hacia una de la misma compañía ubicada en Cardales, porque, según les dijeron en ese momento, el trabajo en San Pedro iba a mermar.
Ahora, sin que el sindicato que los representa les informara detalles, aparecieron carteles con un “comunicado a todo el personal” en los que la empresa informa que resolvió “abrir un programa de retiros voluntarios” al que pueden postular quienes así lo deseen.
El programa abrió el lunes y estará vigente hasta el 21 de junio. La oferta es pagar un sueldo por cada año de servicio según el mejor haber de los últimos seis meses, aunque en cuotas.
Los planes de pago implican que quien se acoja al programa cobrará un 25 por ciento del total en mano y el resto en cuotas que van de las cuatro para los de hasta cinco años de antigüedad a 10 cuotas para los de hasta 20 años, siempre mensuales.
“Este es el panorama de los papeleros en San Pedro”, dijo un trabajador que señaló la preocupación que hay entre sus compañeros del rubro no sólo en Celupaper sino también en otras plantas, como la de Papel Prensa, donde dieron de baja a personal contratado fuera de convenio.
“El sindicato no informó nada, no defienden a nadie”, se quejaron trabajadores, en alusión a la organización sindical que conduce Gerardo Gelabert, uno de los imputados en la causa de “La China”, investigado como parte del engranaje del Knight Consortium para captar víctimas de la estafa piramidal de la plataforma Rainbowex.
“La gente no sabe nada, nadie comunica nada. Primero quisieron ir a hacer laburar a algunos a 200 kilómetros y ahora pegaron esto en la fábrica. Estamos en situación de incertidumbre, no sabemos qué va a pasar“, agregaron.
En Celupaper hay alrededor de 70 trabajadores. Entre ellos, hay quienes consideran que en los últimos años hubo una especie de “vaciamiento” que provoca que una porción relevante del personal prácticamente no tenga tareas específicas asignadas.
La situación que tuvo lugar esta semana en la planta de Kimberly-Clark que fabrica en Pilar productos para marcas como Huggies, Kleenex, Kotex, Plenitud y Scott, que cerró intempestivamente sin avisar se agita como un fantasma entre el personal de la fábrica sampedrina.
En Pilar cerraron como parte de un plan de “optimización y crecimiento sostenible” que, analizan quienes conocen el universo papelero, podría ser reproducido en otras empresas con plantas en diversas ciudades, como es el caso de Celupaper.
Las alarmas entre el personal en San Pedro están encendidas desde hace tiempo, sin que ello haya repercutido en la organización gremial que los representa, aseguran adentro de la fábrica. Ahora, con el plan de “retiros voluntarios”, la preocupación y la incertidumbre crecen.