Con el senador José Mayans a la cabeza, acompañado por gobernadores como Axel Kicillof, el Partido Justicialista (PJ) definió en la sede de la calle Matheu 130 que mañana reclamará la “liberación” de Cristina Kirchner en la Plaza de Mayo, puesto que la marcha ya no se direccionará a los tribunales de Comodoro Py, tras la notificación de la prisión domiciliaria que eximió a la expresidenta de tener que presentarse en los estrados judiciales.
“La movilización será mañana a las 14 horas a la Plaza de Mayo”, confirmaron fuentes partidarias a LA NACION. Luego Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes e integrante de La Cámpora, sostuvo: “Va a haber un acto político porque este es un tema político. Cristina es inocente, pero además la Argentina está pasando un momento muy difícil. Hay mucho por qué manifestarse hoy. Pacíficamente lo haremos”.
Dentro de La Cámpora, interpretaban que la presión que habían ejercido con la convocatoria a la marcha había logrado evitar que Cristina fuera “sometida al escarnio” de pasar algunas horas detenida en alguna dependencia, o que se difundiera alguna foto de ella en es situación. Así lo indicó una fuente vinculada a la agrupación.
Más temprano, una encumbrado dirigente del PJ había anticipado que “la marcha se sostiene”, en una definición que reforzó un legislador al afirmar que “se hace igual”. El propio Mayans, uno de los vicepresidentes del principal partido de oposición, señaló que la marcha se realizará, aunque no en Comodoro Py. “Estamos viendo cómo hacerla”, dijo al ingresar a la sede del PJ.
Para tomar la decisión, el peronismo analizó que el gobierno de Javier Milei mostró interés en desactivar la marcha, con mensajes que envió a Comodoro Py para que Cristina Kirchner no debiera concurrir a los tribunales para notificarse de su detención en la causa Vialidad.
Mayans aclaró que hay delegaciones del interior del país que ya están en viaje hacia Buenos Aires y estimó que habría una concurrencia de 300 mil personas. Una posibilidad que se manejaba con fuerza en el PJ es que la movilización sea desde Constitución, donde fijó residencia Cristina, hasta la Plaza de Mayo. Algo que finalmente se confirmó.
Consultado sobre la ausencia de la CGT en la sede partidaria, Mayans -que oficia como conductor del partido- dijo que el encuentro no se realizó porque “era inminente el fallo” y destacó que “sacaron un comunicado”. Además de Mayans, llegaron otros dirigentes como Lucía Corpacci, Eduardo de Pedro, Agustina Propato, Germán Martínez, Mariano Recalde, Federico Otermín, Ariel Sujarchuk y Martín Doñate, entre otros.
Acompañado por su ministra de Comunicación, Jesica Rey, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, llegó a la sede del PJ pasadas las 18. Unos minutos después llegaron sus pares de La Rioja, Ricardo Quintela, y de Tierra del Fuego, Gustavo Melella y Sergio Ziliotto (La Pampa).
Los gobernadores Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Raúl Jalil (Catamarca) y Gildo Insfrán (Formosa) participan de la reunión vía Zoom. En el partido hay un movimiento de ida y vuelta de dirigentes.
Kicillof había reunido más temprano a los dirigentes que integran su Movimiento Derecho al Futuro (MDF) en La Plata, donde acordaron marchar en respaldo de Cristina Kirchner pese a que están enfrentados abiertamente con el kirchnerismo.
Algunos de los que se retiraron son Facundo Tignanelli, Emmanuel González Santalla, Rubén Eslaiman y Vanesa Siley. Al ingresar Mayra Mendoza, aunque no hizo declaraciones a la prensa, llegó a decir al pasar que tenía en su poder el recorrido que haría la movilización. La intendenta de Quilmes se retiró minutos más tarde de la sede partidaria a paso apresurado.
Al PJ llegaron dirigentes como el diputado provincial bonaerense Rubén Eslaiman, del Frente Renovador, hombre de confianza de Sergio Massa en la provincia de Buenos Aires. La extitular de la Anses Fernanda Raverta se sumó a los dirigentes que están en el PJ. La dirigente de La Cámpora tampoco hizo declaraciones.
En la vereda de la calle Matheu, donde está el PJ nacional, solo hay un vallado y una veintena de militantes sin identificación a la vista con algún gremio u organización política. La pequeña comitiva de militancia se retiró minutos antes de la salida de Mendoza.
A las 16.22, ingresó al PJ, directo por el garage, el senador Oscar Parrilli, quien dirige el Instituto Patria, el principal reducto político de Cristina. Luego comenzaron a llegar más dirigentes: el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, consideró que la última resolución judicial es “proscriptiva” porque a Cristina no le permiten reuniones políticas, sino solo ver a sus parientes y médicos. El senador Mariano Recalde también llegó a la sede del PJ.