Jorgelina Cardoso es de fierro. La hincha número 1 de Ángel Di María, su esposa desde hace 14 años y madre de sus dos nenas, Mía y Pía, lo acompañó siempre en las malas, en materia deportiva, y ahora disfruta de las buenas. El mundo cambió para ellos desde Qatar 2022 pero ella no olvida ni perdona, como queda claro en la serie sobre la vida del Fideo que se estrenó el año pasado.
Por estos días, los Di María transitan emociones fuertes. Están en el Mundial de Clubes donde el futbolista juega sus últimos partidos con Benfica, el club donde di su salto a Europa y del que regresa 18 años después para volver a ponerse la camiseta de su amado Rosario Central.
Sin embargo, este héroe nacional al que adora casi todo el país (lo llegaron a aplaudir en la cancha de Newell’s) sufrió ante Boca una silbatina y una resistencia que pudo sorprender a más de uno pero que se trató más bien de un código futbolero.
Di María fue clave en el club portugués porque convirtió de penal el descuento que terminó siendo clave para el 2-2 que marcó otro argentino campeón del mundo, Nicolás Otamendi. En zona mixta, Angelito le confesó a Clarín que en su festejo no pidió disculpas, sino que hizo su famoso corazoncito dedicado a las suyas. Y explicó que comprendía la reacción de los hinchas xeneizes, que lo aplaudieron una vez que fue reemplazado y dejó de hacerlos sufrir con sus gambetas y zurdazos.
La que no lo vivió tan relajada fue Jorgelina. La rubia dio una entrevita para Telefe y también entendió los chiflidos aunque le puso límites a la agresión recibida en el Hard Rock Stadium.
“Viví el partido como si fuera el primero de Ángel, o como si fuera un Mundial de selecciones, re nerviosa como siempre. No me acostumbro, desde el primer partido al último me pongo loca como si fueran todos finales”, contó Jorgelina.
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Di Maria post partido contra Boca
También confesó sus emociones por lo que se viene: la vuelta a Central. “Estoy refeliz, no vemos la hora de estar ahí y que entre al Gigante (el estadio) por primera vez, la gente lo va a recibir increíble, así que reansiosos por que llegue ese día”, le respondió a las redes Telefe.
“Nunca se sabe, no hay que subestimar a nadie, no me gusta mufar y llevo el Mundial partido a partido. Hoy empezamos complicados, perdiendo 2-0 y lo pudimos empatar. Encima con gol de Ángel y de Nico, que es gran amigo mío”, analizó la mujer de Di María respecto a las chances del Benfica en avanzar en el Mundial de Clubes.
LOS SILBIDOS DE LOS HINCHAS DE BOCA A DI MARIA Y OTAMENDI
Así recibió parte de la hinchada Xeneize a los argentinos referentes del Benfica, en la previa del debut en el Mundial de Clubes. pic.twitter.com/diejGINwa5— TyC Sports (@TyCSports) June 17, 2025
Y finalmente habló de los silbidos: “Se entienden, el hincha argentino es así y yo lo recontra entiendo, siempre y cuando no se convierta en una falta de respeto. El silbido se entiende, tampoco lo iban a aplaudir, me parece bien”.
Eso sí, no tolera las malas palabras. “No duelen, es un poco el folclore del fútbol. Me molesta que me puteen a mí. Recién un chico de Boca me gritaba ‘ladrona’, y no sé a qué se refiere, no sé si por el penal, yo no veo nada, estoy lejos, lo veré después. No es que me acostumbré, porque es feo, pero al folclore sí porque es parte”.
La jugada mencionada por Jorgelina fue el penal que se sancionó a través del VAR y que fue clave para iniciar la remontada de los portugueses ante Boca. Di María se hizo cargo de la infracción y convirtió el 1-2 con muchísima jerarquía.
La palabra de Jorgelina Cardozo, tras el 2 a 2 de Boca vs Benfica y después de los dos goles de su esposo Ángel Di María y su amigo, Nicolás Otamendi. Además su próxima etapa, Rosario Central 🫶🏽❤️ pic.twitter.com/DcZdqHUpUA
— ce pe (@nachoo_cp) June 17, 2025
Con el empate, Benfica y Boca jugarán un mano a mano por la clasificación de acuerdo a los resultados que saquen ante el poderoso Bayern Múnich y el Auckland City, equipo semiamateur que perdió 10-0 ante los germanos.
Benfica juega este viernes 20 en Orlando frente a los neozelandeses y cuatro días después resolverá su suerte frente a los bávaros, en Charlotte. Allí estará Di María, y también Jorgelina, claro.