Un operativo policial efectuado a principios de este mes en una fiesta clandestina acontecida en una vivienda bahiense desató la preocupación en las autoridades y la comunidad. Durante la intervención se incautó un sobre que contenía una sustancia conocida como Tusi o “cocaína rosa”, una droga inusual en esta ciudad bonaerense que, según especialistas, podría representar un riesgo significativo para la salud.
La llamada Tusi fue encontrada en poder de uno de los asistentes, cuando la Policía realizaba las primeras investigaciones en una fiesta electrónica. Las autoridades confirmaron que este tipo de incautación es poco común en la ciudad.
¿Qué es la Tusi?
El psiquiatra Juan Miguel Mella, que labora en la Comunidad Terapéutica de Villa Arias y participa en los Centros de Prevención de Adicciones (CPA) de Bahía Blanca y Punta Alta, explicó:
“Es algo que no había visto acá y se da mucho en el tema de los after y las fiestas electrónicas. No es tan común”, señaló al medio local La Nueva.
El especialista aclaró que el nombre proviene de una derivación fonética en inglés de la sustancia 2CB, reconocida como la primera droga alucinógena de la década de 1970. Sin embargo, ante la dificultad de sintetizarla en condiciones controladas, en la práctica la sustancia se fabrica mezclando diversos componentes, siendo habitual la incorporación de ketamina y éxtasis. Esta combinación resulta especialmente peligrosa.
La ketamina puede inducir estados disociativos, paranoia y crisis de hipertensión severa. El éxtasis eleva la temperatura corporal y, en dosis excesivas, provoca deshidratación y riesgo de insuficiencia renal.
“Siempre es complicado predecir qué efectos producirá, ya que no hay una uniformidad en las sustancias que la componen”, puntualizó Mella.
El titular adjunto de la Defensoría del Pueblo bonaerense y responsable del Observatorio de Adicciones, Walter Martello, confirmó que el consumo de Tusi se ha orientado principalmente a jóvenes entre los 18 y 20 años. Según Martello, “es una droga que combina la cocaína con elementos químicos que le dan la tonalidad rosácea, y sus efectos resultan mucho más nocivos que los de la cocaína pura”.
El funcionario agregó que la droga se comercializa a un precio menor que el de la cocaína, debido a que se “corta” y se mezcla con otras sustancias para aumentar el rendimiento del producto, lo que permite su distribución en redes más dispares y difusas. Esta accesibilidad económica, unida a sus potentes efectos tóxicos, podría facilitar su ingreso a circuitos juveniles, a pesar de que tradicionalmente era consumida en ambientes exclusivos de Capital Federal.