El Mundial de Clubes que se disputa en Estados Unidos terminó de detonar la situación de Marcos Rojo en el plantel de Boca. El zaguero central, uno de los capitanes del equipo y figura preponderante en el vestuario, no jugó hasta ahora ni un minuto en el torneo de la FIFA. El platense no juega desde el triunfo por penales ante Lanús, por los octavos de final del Torneo Apertura. Después, faltó a la práctica previa al partido con Independiente y no estuvo ante el equipo de Avellaneda.
Con la llegada de Miguel Ángel Russo a Boca se especuló con un regreso de Rojo al equipo. Sobre todo porque Ayrton Costa no tenía todavía el visado para ingresar a Estados Unidos y fue Rojo el que se entrenó junto a Nicolás Figal en el predio de la Universidad de Barry conformando la zaga central en la previa al debut contra Benfica. Pero el quilmeño llegó 48 horas antes del partido y Russo lo puso como titular. “Es una decisión mía”, dijo antes de enfrentar a los portugueses y zanjó las polémicas.
Rojo se entrenó con normalidad los días posteriores al empate con Benfica y hasta se especuló -otra vez- con su presencia ante Bayern Múnich para marcar a Harry Kane. En primer lugar por tener roce internacional, en segundo porque Ayrton Costa llegaba tocado (al final jugó los 90 minutos) y porque también existía la chance de poner tres centrales en el fondo. Pero Rojo volvió a estar en el banco y hasta fue amonestado por protestarle al árbitro.
Parece que ser suplente le está pesando demasiado al futbolista nacido en La Plata que disputó dos mundiales con la Selección Argentina, este sábado no se mostró con el resto del grupo en la Universidad de Barry y trabajó aparte, en el gimnasio, lejos de las cámaras y los flashes de la prensa en los 15 minutos que la FIFA les exige a los equipos en cada práctica. Así empezaron las especulaciones.
Primero trascendió que la ausencia de Rojo ante Independiente había sido por un cuadro febril, pero después la versión que corrió con más fuerza era que se había quejado por no tener ofertas de renovación en un asado con otros jugadores y que esas palabras de descontento habían llegado a oídos de Riquelme. Una teoría poco confiable ya que Rojo posó para las fotos junto al presidente -que sostenía la camiseta de Boca con el 6 y el apellido del defensor en la espalda- en el encuentro que tuvieron con el francés Paul Pogba en el vestuario del Hard Rock Stadium.
Sin embargo, lo de Rojo parece cosa juzgada. El defensor llegó a Boca en 2021, su contrato vence a fin de año y nada indica que vaya a renovar, si no más bien todo lo contrario. Aunque no habrá ningún anuncio oficial hasta que termine la participación del equipo en el Mundial de Clubes. Ahora con Ayrton Costa desgarrado y descartado para enfrentar a Auckland City por la última fecha del Grupo C, Rojo no aparece en la consideración de Russo y quien saltaría al campo de juego para ser titular es Marco Pellegrino, a quien Boca le compró su pase en este mercado por 4 millones de dólares. El ciclo de Rojo en Boca parece terminado tras 118 partidos, 9 goles y 4 títulos: la Copa Argentina 2020, la Copa de la Liga, la Superliga y la Supercopa Argentina 2022.
