El cuerpo de Juliana Marins, la joven brasileña que murió tras caer en un volcán en Indonesia, fue recuperado por un grupo de rescatistas locales tras una larga operación.
El cadáver fue puesto a disposición de la familia de Juliana un día después de que se confirmara la muerte de la joven. Marins, de 26 años, cayó durante la madrugada del 21 de junio desde la cresta del Monte Rinjani en la isla de Lombok y estuvo más de tres días atrapada en las profundidades del volcán sin agua ni comida.
Ahora “la familia puede aceptar la situación y las condiciones enfrentadas” de una mejor manera, dijeron las autoridades.
El cuerpo estaba ubicado tras un descenso de la zona de Cemara Nunggal, entre 2.600 y 3.000 metros de altitud. La operación duró al menos cinco horas, ya que el terreno rocoso y empinado hizo las cosas más difíciles para el equipo de rescate.
Mohammad Syafii, el jefe de la Agencia Nacional de Búsqueda y Rescate de Indonesia (Basarnas), dijo que les tomó mucho tiempo porque les costó ingresar la camilla a la zona donde se encontraba el cadáver.
Marins se resbaló y cayó desde 300 metros de altura por un acantilado mientras hacía senderismo guiada por miembros de una empresa de turismo.
De acuerdo a lo que indicaron algunas personas que estaban en el lugar, Juliana casi no podía moverse.
La mujer fue localizada por otros turistas gracias al empleo de un dron. El video muestra que sobrevivió al golpe y que estaba en una grieta entre las rocas.
La causa del resbalón todavía es desconocida, aunque hay versiones cruzadas. Los funcionarios del parque informaron que el guía la había abandonado cuando ella dijo que estaba demasiado cansada para continuar el sendero.
Sus compañeros de excursión, por el contrario, comentaron que el guía estaba cerca de ella al momento del accidente.
Juliana Marins era una joven de 26 años nacida en Niterói, una ciudad de la Región Metropolitana de Río de Janeiro. Era licenciada en Publicidad y Propaganda por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ).
Previo a su visita al sudeste asiático, Juliana había vivido dos meses en Egipto por estudios universitarios y un trabajó en la producción de un canal de televisión dedicado a los deportes extremos.
CNN Brasil informó que la joven también era bailarina profesional de pole dance y realizaba presentaciones artísticas. Solía compartir grabaciones de sus shows y actuaciones en sus redes sociales, donde tiene 283 mil seguidores.
Según su hermana Mariana, Juliana había estado viajando de mochilera en Asia desde febrero pasado y había visitado países como Vietnam, Tailandia y Filipinas.
