Todavía quedaban en nuestras retinas las imágenes de cómo M3GAN, la muñeca maldita creada con Inteligencia artificial, era eliminada. Pero no para siempre, claro: la película de bajo costo de Blumhouse (una compañía dedicada al cine de terror) recaudó más de 15 veces lo que costó, y así la historia ideada por James Wan -el creador de El juego del miedo y de la saga de El conjuro– tiene su inmediata secuela.
Y, creer o reventar, ya sin Wan escribiendo la trama, M3GAN 2.0 no tiene ni originalidad ni atractivos, y mucho menos podemos decir que es una película de terror.
Apenas ofrece algún susto, sobre todo a algún espectador desprevenido, porque por más que sea más sanguinaria que la original, de terror no tiene nada.
Lo que los fans de M3GAN se preguntarán de entrada (pero cómo, ¿M3GAN no había muerto?) tendrán su respuesta algo entrada la proyección. Aquí la mala no es la muñeca robótica que Gemma (Allison Williams, la novia del protagonista de ¡Huye!) le había regalado a su sobrina huérfana Cady (Violet McCraw) para que la protegiera, sino Amelia, otra robot, pero más grande.
Alguien robó los diseños de M3GAN, un contratista militar, que la utiliza para misiones supersecretas, como por ejemplo en Irán (o lo que queda de Irán). Y no va que Amelia se desmadra, o mejor dicho, desobedece las órdenes por las que fue creada y se arma el desmadre.
Y a Gemma, que en el presente se ha convertido en una defensora de las regulaciones sobre la Inteligencia Artificial, ha escrito un libro y sigue tratando de mejorar con tecnología la calidad de vida de los humanos, no le queda otra que reconstruir a M3GAN.
Vuelven varios personajes, Cady ahora es una adolescente contestadora, que bien rápido aprendió aikido y es fanática de Steven Seagal (no será un dato menor), y los nuevos por lo general ocultan más que lo que muestran, a excepción de un agente del FBI, que fue construido de un amanera tan lineal que es fácil adivinarle cada línea de diálogo que va a decir.
El discurso contra lo nocivo que puede terminar siendo la IA si no se ejercen controles sobre ella es tan poco sutil y profundo que se nota que es un mero soporte, mural sobre el que se construye la trama. Que tiene mucha acción, que pretende tener humor y que no consigue ni por asomo entretener con sus escenas de peleas cuerpo a cuerpo o a balazo limpio, ni arrancar alguna sonrisa.
“No lo hago porque debo, lo hago porque es lo correcto”, dirá M3GAN en su mejor momento. Quienes vieron la película original hace dos años seguramente fruncirán el ceño, preguntándose cómo las cosas cambian, y no siempre para mejor. También en el cine.
Thriller. Estados Unidos, 2025. 119’, SAM 13 R. De: Gerard Johnstone. Con: Allison Williams, Jemaine Clement, Amie Donald, Jenna Davis, Violet McGraw. Salas: Cinemark Palermo, Hoyts Abasto y Unicenter, Cinépolis Recoleta, Avellaneda y Pilar, Showcase Belgrano, Norcenter y Haedo.
