Luego de que el gobierno oficializara la continuidad por 9 meses más de la baja de retenciones para el trigo y la cebada, el campo lamentó la no inclusión de la soja y el maíz, que desde este martes volverían a aumentar a los niveles que los dejó Alberto Fernández, pero los ruralistas optaron por esperar una eliminación total de las alícuotas como ha prometido el presidente Javier Milei desde la campaña electoral.
“Más allá de los formalismos administrativos, las prórrogas no son la solución. Y no nos vamos a cansar de repetirlo, las retenciones deben ser eliminadas definitivamente. Ese es el camino”, dijo el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, quien junto a sus pares de la Mesa de Enlace se reunió este viernes con el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, con las retenciones en el centro de la agenda.
Con todo, Pino resaltó “el esfuerzo que está haciendo el Gobierno en estos meses, que ha dejado en el bolsillo de los productores más de U$S550 millones, que seguramente están invertidos en el campo, generando una riqueza federal”.
A su vez, la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC) subrayó “la decisión del Gobierno de reducir el pago de derechos de exportación (DEX) al trigo y a la cebada y de sus productos, que se concreta con el decreto 439”.
Los agroexportadores consideraron que “este es el camino correcto para eliminar distorsiones y alentar a la producción”. Y enfatizaron que trabajarán junto a las entidades de productores para lograr la eliminación de todos los derechos de exportación y avanzar en una disminución gradual y consecutiva de los DEX para la soja y de los productos procesados en su complejo agroindustrial exportador, que es el principal generador de divisas del país”.
En el Congreso de la Nación se desarrolló días atrás una jornada de análisis técnico y político en la que legisladores y especialistas debatieron cuál debe ser el camino a seguir sobre DEX y destacaron que es “un asunto estructural que afecta al corazón del sistema agroindustrial argentino y, por lo tanto, a la economía del país”.
Según informó la Fundación Barbechando, participaron entidades como Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA), Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) y la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BdC), en el encuentro se concluyó que la vuelta de las retenciones a niveles del año pasado es un golpe directo a los productores y a la generación de divisas.
Desde CREA, estimaron que el 80% de la superficie de soja arrendada y el 60% de la de maíz quedarían fuera de rentabilidad.
En las bases del ruralismo y entre productores autoconvocados, el desencanto se expresó con mayor virulencia en redes sociales, pero a la hora de hacer declaraciones públicas la mayoría optó por seguir confiando en la promesa de Milei.
Por su parte, la presidenta de la Sociedad Rural de Rosario, Soledad Aramendi, evaluó como “un gesto” que las alícuotas más bajas sigan para el trigo y la cebada en plena implantación de ambos cultivos. Pero advirtió que “en el resto de los granos se necesitaría la misma medida para continuar hacia una eliminación definitiva de los derechos de exportación. Porque no hay márgenes ni rentabilidad, y ni hablar en el caso de los que están más lejos de los puertos por una cuestión logística”.