La nafta y el gasoil en la Argentina están más caros que en el resto de la región, según los precios que releva el portal Global Petrol Prices. Sucede después del último aumento de los combustibles, que aplicaron todas las petroleras que lideran el mercado menos YPF, y en la previa a una suba que se concretaría en los primeros días de julio.
El motivo principal es el valor del dólar. Con un tipo de cambio cuya evolución estuvo por debajo de la inflación después de la devaluación inicial de Javier Milei y Luis Caputo en diciembre 2023, se encarecieron relativamente todos los bienes y servicios argentinos en su competencia internacional.
La nafta argentina cuesta en promedio 1,15 dólar por litro, mientras que el diésel se vende a US$ 1,19. Los precios son estimativos y parten de un promedio nacional, pero en la Ciudad de Buenos Aires son más baratos por múltiples razones: logísticas, ya que las estaciones de servicio porteñas están cerca de la refinería de La Plata; impositivas, porque la Ciudad cobra Ingresos Brutos y no tasas municipales; y mediáticas, ya que el costo de los combustibles de referencia sigue teniendo mayor peso en Buenos Aires que en otras ciudades del país.
En Paraguay, un país que no produce petróleo, la nafta está a 80 centavos de dólar y el gasoil a US$ 0,87. En Brasil, gran productor de la región, la nafta cuesta US$ 1,13 y el gasoil, US$ 1,08. En Chile, otro país que solo importa el combustible, el precio de la gasolina es de US$ 1,35, pero el diésel se consigue a 1 dólar por litro. Y en Uruguay, donde los costos suelen ser mucho más altos que en la Argentina y no tienen crudo, la nafta está a US$ 1,95, y el gasoil US$ 1,16.
El consultor Alberto Fiandesio, ex subsecretario de Combustibles (1997-1999), considera: “Que los combustibles argentinos sean los más caros de la región se debe al tipo de cambio. La estructura impositiva no se modificó respecto a cuando los extranjeros venían a comprar desde Paraguay, Uruguay y Brasil. La nafta será más cara, como comer afuera, vestirse y pagar un médico“.
Mientras tanto, un ejecutivo del sector plantea: “Las comparaciones regionales dependen de la carga impositiva de cada país sobre el precio de los combustibles y los costos operativos de la cadena de valor. Por ejemplo, en Argentina la carga impositiva de impuestos nacionales y provinciales en el precio de los combustibles es de aproximadamente el 35%. Por cada $ 1000 que se gastan en combustibles, $ 350 van a IVA, impuestos a los combustibles, Ingresos Brutos provinciales y hay que sumar entre 2% a 4% más en tasas municipales“.
Y agrega: “Hay países en los que el impuesto a los combustibles es variable y se utiliza para amortiguar el efecto de la suba o baja del petróleo crudo. Asimismo, influye el costo de transportar y vender los combustibles, como la mano de obra (los playeros)”.
Después del incremento del fin de semana pasado, que aplicaron Shell, Axion y Puma, aún queda un atraso de los precios del 5% en la nafta y el gasoil, según cuentan fuentes de la industria petrolera. El petróleo inició junio en torno a los US$ 63 por barril, y tras tocar el domingo un pico de US$ 79 en el momento más duro de la guerra entre Israel e Irán, cayó hasta US$ 67 ahora.
YPF decidió mantener sin cambios sus valores a costa de resignar rentabilidad, a la espera de que el petróleo se estabilice en el mundo y para no generar más volatilidad en el mercado local, con subas que tienen impacto en la inflación. El resultado fue que la brecha de precios con sus competidores se amplió a entre 8,2% y 10,7% promedio, que se debería acortar a la brevedad.
Es por esto que es altamente probable que el martes 1 de julio haya un aumento de la nafta y el gasoil, que liderará YPF.
Además, se espera una definición del Gobierno sobre los impuestos a los combustibles, que mantiene atrasados para no recalentar la inflación, aunque implica una pérdida de recaudación tributaria.
