Terminar bien para comenzar mejor: esto es lo que nos proponen la mística y la espiritualidad para que nuestra vida fluya en bienestar.
Sí, lo importante es hacer ambas cosas con expectativas y optimismo. Para eso, existen rituales que nos ayudan a reflexionar, a abrir caminos, a transmutar lo negativo a positivo y a liberar la energía estancada que puede afectarnos o limitarnos.
Por costumbre, solemos focalizarnos en los inicios y hacer este tipo de prácticas cuando arranca el mes, para que bañen de buena onda todo lo que deseamos concretar.
Pero no tenemos en cuenta el final de cada mes. Saltamos de un mes a otro sin hacer una pausa real ni una verdadera y profunda renovación energética. Sí, una especie de “reseteo” emocional y espiritual.
¿El resultado? Sobrecarga mental, cansancio infinito y la repetición de los mismos errores que no nos permiten alcanzar el éxito (en todo sentido) que deseamos y merecemos.
Por eso, sin un proceso de cierre estructurado, no hacemos más que arrastrar nuestro desorden emocional, energético y práctico al siguiente ciclo del almanaque, advierten desde medium.com.
A continuación, entonces, rituales de fin de mes que nos ayudan a cerrar ciclos, renovarnos y estar preparados para recomenzar con buena actitud.
Este ritual es ideal para cerrar el mes de manera estable y pedir prosperidad y dinero en el que viene. Lo ideal es hacerlo de noche, en el último día del mes.
Primero, preparamos un altar con una vela dorada, un vaso de agua y una rama de canela.
Luego, en un papel dorado escribimos con tinta negra o roja cuáles son nuestros objetivos económicos y laborales, y pedimos estabilidad financiera y abundancia. Al terminar, escribimos “gracias, gracias, gracias”. Luego, doblamos el papel en tres partes y lo colocamos en altar.
Prendemos la vela con un fósforo o cerillo de madera y nos visualizamos unos minutos envueltos en una burbuja dorada, alcanzando el éxito económico y laboral que pretendemos de acuerdo al esfuerzo que estamos haciendo. Agradecemos al finalizar.
Cuando la vela se apaga, tiramos el agua con la mano izquierda en el baño, en una maceta o en un lugar con tierra.
Abrimos el papel dorado y con él envolvemos la canela. Esto lo guardamos en el lugar en el que dejamos nuestro dinero hasta que termine el mes y volvamos a repetir este ritual.
Este ritual es tan sencillo como efectivo y puede hacerse en cualquier momento de de los últimos 5 días de cada mes. En este caso, por ejemplo, desde el jueves 26 hasta el lunes 30 de junio.
¿Cómo se hace? Fácil. Sólo necesitamos sal gruesa y un poco de tiempo. Podemos realizarlo en nuestra casa, en nuestro lugar de trabajo y en todos esos ambientes en los que sintamos la necesidad de “aliviar” las energías que nos pueden estar estancando y protegernos de la envidia.
Primero, debemos colocar un puñado pequeño de sal gruesa en cada uno de los rincones del lugar que queremos limpiar.
Luego, en el sentido de las agujas del reloj la tenemos que barrer (puede ser con escoba o escobillón) hacia la puerta y la ponemos en una bolsa de basura. Una vez que está toda la sal en la bolsa, la tiramos fuera de casa.
Cuando todo ya esté barrido y hayamos sacado la sal afuera, encendemos un sahumerio de limón con un fósforo o cerillo de madera. Recorremos el espacio y nos detenemos en cada rincón girando el sahumerio también en el sentido de las agujas del reloj.
Mientras estamos parados, decimos: “Agradezco el mes que termine y pido que en el próximo mes se vaya todo lo malo y entre todo lo bueno. Gracias, gracias, gracias”.
Dejamos que el sahumerio se termine de quemar y ya estamos energéticamente preparados para iniciar un nuevo y positivo mes.
