Lautaro Martínez fue otra vez el mejor de Inter, pero no le alcanzó ante Fluminense para dar vuelta la historia. Y, luego de la durísima derrota por 2 a 0 en Charlotte que significó la temprana eliminación de su equipo del Mundial de Clubes, el delantero y capitán del conjunto italiano disparó por la actitud de algunos de sus compañeros.
“Quien quiera quedarse, que se quede; quien quiera irse, que se vaya. Vi muchas cosas que no me han gustado. Soy el capitán y quiero seguir en la cima. El mensaje es claro: quien no quiera quedarse, adiós”, sentenció el Toro inmediatamente luego de la caída en los octavos de final del Mundial de Clubes. Y avisó, para que no queden dudas: “Para seguir en la cima y ganar títulos, debemos tener ganas”.
Lautaro jugó un muy buen partido: bajó una pelota de gol que desperdició en el área chica Stefan de Vrij y contó con tres situaciones propias para anotar. Dos se las tapó muy bien el experimentado Fábio, arquero de Fluminense, y la otra pegó en el palo. La fortuna tampoco lo acompañó a Martínez, que se fue con bronca y lo hizo saber.
Hasta allí, el mensaje del Toro parecía encriptado. Sin embargo, el presidente del Inter Giuseppe Marotta, aclaró el panorama: “Lautaro hablaba de Hakan Çalhanoğlu. Hablaré con Hakan y, si quiere irse no habrá ningún problema”.
🚨💣 Inter president Marotta: “Lautaro’s message on players who don’t want to stay? He didn’t say… but I’ll say that. It was for Hakan Çalhanoglu”.
“We will speak with Hakan. If there will be conditions to part ways, we will do it with ZERO problems”. pic.twitter.com/FblLcCNgEo
— Fabrizio Romano (@FabrizioRomano) June 30, 2025
Después de las palabras del Toro, del presidente Marotta e incluso del ayo del DT Chivu (“Lautaro tiene razón”), el futbolista turco le respondió al argentino: “Después de la lesión sufrida en la final de la Liga de Campeones, decidí ir a Estados Unidos de todos modos. Estar allí, incluso sin saltar al campo, era importante para mí. Quería estar cerca del grupo, darle mi apoyo. Por desgracia sufrí otra lesión en una zona diferente. El diagnóstico era claro: un desgarro muscular. Por eso no pude jugar. Nada más”.
“Ayer perdimos. Y me dolió. Lo viví con tristeza, no sólo como futbolista, sino como alguien a quien realmente le importa este equipo. A pesar de la lesión, inmediatamente después del pitido final llamé a algunos de mis compañeros para hacerles sentir mi apoyo. Porque cuando te preocupas, eso es lo que haces. Pero lo que más me impactó fueron las palabras que vinieron después. Palabras duras. Palabras que dividen, no que unen”, aseguró el hombre encargado de los penales en el equipo de Milán.
“Nunca he traicionado esta camiseta. Nunca he dicho que no soy feliz en el Inter. En el pasado recibí ofertas, incluso muy importantes, pero elegí quedarme. Porque sé lo que representa esta camiseta. Y creo que mis elecciones hablan por sí solas. Aprendí que el verdadero líder es el que está al lado de sus compañeros, no el que busca un culpable cuando es más fácil hacerlo. Amo este deporte. Amo este club. Y amo estos colores, por los que lo he dado todo cada día”, apuntó directamente a las palabras de Martínez.
Después de que el presidente le abriera la puerta para salir, el turco puso en duda su continuidad en el club: “¿Y el futuro? Ya veremos. Pero la historia siempre recordará a los que dieron la cara. No al que alzó la voz más alto”.
