El presidente Javier Milei presentó una querella criminal contra los periodistas Jorge Rial, Fabián Doman y Mauro Federico, a quienes acusó de atentar contra su honor y vulnerar su intimidad por hablar de su vida sexual en un canal de streaming.
La querella, firmada de puño y letra por Milei, con el patrocinio de su habitual abogado Francisco Oneto, está motivada en el programa Cónclave, que se emitió por el canal de streaming Carnaval del 23, en junio pasado.
Doman dijo a LA NACION que no cometió ninguna injuria. Y que “en todas los manuales de derecho, cuando hay un caso de interés publico, está claro que hay injuria”.
El periodista entendió que hablar del Presidente y su pareja es a todas luces un caso de interés público, como lo fue en Estados Unidos la relación Kennedy-Marilyn Monroe o en la Argentina lo es el vínculo entre Alberto Fernández y Fabiola Yañez.
Doman dijo que aspira a que “este caso permita resolver una demanda civil anterior” que le hizo Milei en 2021, que tramita en el juzgado civil 33 de Horacio Liberti, ”que está paralizada”. Afirmó que es necesario que se abra a prueba y se establezca en ese expediente que no cometió ningún daño.
“Es incómodo tener dos denuncias de un Presidente y para colmo cuando soy liberal, fui afiliado a la Ucedé, no soy kirchnerista. Soy del palo. Me siento un bobo cuando hay cosas del Gobierno que yo defiendo mucho”, se quejó el periodista ante las “insólitas” demandas del Presidente.
En el streaming Doman y Federico dialogaban sobre Milei. En un momento Federico -según el texto de la querella- preguntó a Doman: “¿Garcha Milei? Para mí es parte de la salud mental de un mandatario”. Y preguntó si es importante saber “si garcha o no garcha” en relación a su vida de pareja.
A lo que Doman respondió: “Sí. Para mí es importante saber si la mujer de (Emmanuel) Macron le metió un sopapo a Macron. Para mí no es menor si Donald Trump tiene una pareja real, vaya a saber la vida de Trump, o si con Melania tiene un contrato. Hace a la política, hace al esquema de poder. Hace al interés público”.
La demanda también apunta a Rial, a quien Federico aludió en el programa. Federico afirmó: “El titular de esta banca se obsesionó en determinado momento con la temática de los perros de Javier Milei y nos ponía a nosotros en el desafío de conseguir información porque básicamente generaba mucha curiosidad, había mucho interés de la gente que nos miraba, y había como una cosa desafiante. Él se enteró, Jorge me refiero, se enteró, por fuentes muy directas, que eso lo molestaba y entonces dijo ‘vamos a hincharles las pelotas. El periodismo tiene que molestar”.
Aunque Rial no estuvo presente en esa emisión, la querella señala que “forma parte del programa antes mencionado” y se le atribuye la “orden” de hostigamiento.
Milei sostuvo que las declaraciones de Doman y Federico se refieren a su intimidad y vida privada. Argumentó que el objetivo de los periodistas es hostigarlo “constantemente, con total despreocupación respecto de la veracidad de la información difundida”.
La querella afirmó que el fin de “hincharle las pelotas” a un Presidente no contribuye al interés público ni al sistema democrático, sino que “desprestigia a las instituciones y afecta gravemente la democracia”.
En cuanto a la referencia sobre su vida sexual, Milei enfatizó en su escrito que “esas cuestiones nada tienen que ver con el interés público ni con el sistema democrático. Son difamaciones y cuestiones ajenas al interés público, tratadas en los medios de comunicación con el único fin de afectar mi imagen, molestarme y atraer a la audiencia”.
El Presidente recalcó, en el escrito, que las cuestiones vinculadas a su vida privada, incluyendo sus relaciones sexuales o de pareja, “carecen de interés público” y pertenecen a su intimidad, por lo que no afectan su gestión de gobierno ni su rol como presidente.
Milei dijo que afectaron su honor. Admitió en su escrito que si bien los funcionarios públicos tienen una esfera de intimidad más reducida, no pierden su derecho y no se les puede exigir “que soporten estoicamente cualquier afrenta a su honor sin que se les repare el daño injustamente sufrido”.
Milei, que esta semana recrudeció con sus insultos a los periodistas, dijo que Doman y Federico con sus expresiones “promueven un debate de insultos y vejaciones, que no está amparado por ningún derecho constitucional”.
“No hay un derecho al insulto, a la vejación gratuita e injustificada”, se indicó en el texto firmado por Milei y se señaló que las “prácticas sexuales, propias de mi intimidad, y la ‘temática de los perros de Milei’ no guardan, en absoluto, relación con el ejercicio de la presidencia de la Nación ni con el sistema democrático”.
Dijo que hay una grave afectación a su honor y que la libertad de expresión “tiene límites” y que no confiere inmunidad. Sumó que la responsabilidad ante la Justicia existe “por los delitos y daños cometidos en el ejercicio del derecho de buscar, dar, recibir y difundir información e ideas de toda índole”.
El primer juicio de Milei a Doman fue por el programa Intratables del 17 de junio de 2021. Dos participantes del programa tildaron a Milei de nazi. Doman pidió que se analice el tema nuevamente y terminó el debate al afirmar: “Lo señalado es un concepto facho para un espacio político”.
Doman no mencionó ni a Milei ni la idea de nazi. Sin embargo, el Presidente lo demandó en la Justicia civil por “banalizar el holocausto”, al utilizarse al aire el término “nazi”. El expediente judicial está parado.