Dicen que el tango es abrazo, es diálogo sin palabras, es alma que se desliza por la herida del bandoneón. A mí, con una sola pata, se me hace difícil. Pero no imposible.
¡Quiero bailar! Porque la vida, como el tango, se baila con lo que se tiene: a veces con el cuerpo herido, otras con el alma en carne viva, pero siempre con dignidad.
Quiero bailar para demostrar que sí se puede, que aún sin una pierna se puede volar con los pies del corazón.
Bailar es desafiar al destino con elegancia. Es plantar cara al dolor y decirle: “¡Yo también puedo!”. No se trata de pasos perfectos ni de giros precisos, sino de coraje. Y de fe.
Como Borges, que tal vez nunca bailó un tango pero lo soñó. Como Gardel, que lo cantó con el alma. Como tantos que, desde los suburbios, con hambre y con coraje, supieron hacer del tango un himno.
Yo bailo desde la memoria. Desde la esperanza. Desde el deseo de ser ejemplo. Porque si uno quiere… siempre se puede.
Jorge Bernabé Lobo Aragón / [email protected]
De “artículos de cotillón” y la prisión de Cristina
Cada vez que los legisladores kirchneristas tienen oportunidad de poner palos en la rueda al Gobierno, simulan cínicamente estar preocupados por la difícil situación que atraviesan distintos sectores, o de quedar como víctimas de la Justicia.
En estos días se encargan de desprestigiar a los jueces que con sólidas pruebas condenaron al presidio a Cristina, cuando en realidad la sentencia de ajusta a derecho.
Pero lo disparatado es que estando sentados en sus bancas, estos dan a conocer su “inquietud” por el destino que le depara a la viuda de Kirchner, a través de ridículos cartelones que se asemejan a artículos de cotillón. En este caso se podían ver cartelones que decían “Cristina libre”. Vergüenza ajena. Lo peor de este papelón que cada tanto protagoniza esa bancada, es que debe haber un legislador que se encarga de buscar los precios más convenientes para realizar la sacrificada actividad legislativa.
¡Vaya labor! Estos son los “representantes” del pueblo; pueblo ignorado, humillado y burlado por estos politicastros que viven de los impuestos de la gente.
Julio Borda / [email protected]
Ante la disyuntiva que tiene la Justicia argentina con la ex presidente Cristina Fernández, quisiera colaborar como simple médico y leyendo el Código Penal, dice que él solo hecho de tener más de 70 años no significa que le corresponda cárcel domiciliaria, que el haber sido presidente de la nación y con un hecho grave de corrupción es un agravante no es un atenuante para evaluar si corresponde la prisión domiciliaria.
Que la corrupción grave en un funcionario público, es un delito de extrema gravedad. Que la posibilidad de destruir pruebas, fugarse o influir sobre testigos, cosas muy probables, son hechos para evaluar la negativa de cárcel domiciliaria, como así el estado de salud de la ex presidenta que requiera cuidados especiales domiciliarios que no los tiene.
Si a esto agregamos los actos multitudinarios desde su balcón, insultando al Presidente, a la Corte Suprema, sus bailes, su falta de respeto a la división de poderes y sus declaraciones de “sentirse proscripta”, son claros ejemplos de dónde debería estar.
Creo que la prisión domiciliaria en este caso es un premio a la corrupción, más que un castigo.
Tendremos que hacer un “Nunca más”, como la Justicia lo hizo con el terrorismo de Estado y los desaparecidos, deberíamos encarar a la corrupción, como terrorismo de Estado y escribir otro “Nunca más”.
José Mario Lenczner / [email protected]
Las dietas de los diputados de Santa Fe, y “el escaño”
El diario Clarín informa que “de acuerdo con el relevamiento, los diputados de Santa Fe cobran cada mes $ 8,5 millones netos (es decir, salario de bolsillo, con los descuentos ya realizados) y son los legisladores provinciales con mejores ingresos”. (Sic).
En lo que va del año se llevaron a cabo 11 sesiones, lo que da $ 772.727 por día trabajado.
Con el mayor de los respetos, con razón se desgañitan tanto por obtener un escaño.
Roberto A. Meneghini / [email protected]
La “expropiación de YPF y el nefasto acto de Kicillof”
El fallo de la jueza Loretta Preska de que el país debe pagar US$ 16.000 millones por la expropiación indebida de YPF en el 2012, obliga a que los argentinos pidamos a diputados y senadores que presenten un juicio político a CFK y a Kicillof por nefasto acto.
Invito a Lilita Carrió, Paula Oliveto, Florencia Arietto y José Luis Espert, todos los que tengan el expertise de presentar este juicio, lo hagan en favor de nuestro país.
Parece mentira que una YPF que José Estenssoro puso en valor en los primeros años de la década de los 90 hasta su muerte trágica, accidente aéreo en 1995, haya llegado a ser vapuleada con todos estos actos llenos de corrupción y falta de idoneidad.
También pido a toda los miembros de la Justicia argentina que juzguen con la velocidad requerida en una tan importante denuncia.
A todos ellos, nuestra Argentina se los agradecerá.
Ricardo Olaviaga / [email protected]