Marcelo Comba es un sampedrino que está escribiendo un nuevo capítulo de su vida en las rutas de la península ibérica. Residente de Almazán, en la región de Castilla y León, cada mañana se levanta para llevar a cabo su trabajo al volante de un camión, distribuyendo mercadería a diferentes ciudades.
Sin embargo, a pesar de su rutina laboral, la añoranza por su tierra natal no la pierde. Hace dos años que dejó atrás San Pedro, su hogar, y cada jornada comienza con una visita a las redes sociales, donde busca las últimas noticias de su pueblo natal.
Era temprano, aproximadamente las 6,30, cuando Marcelo tuvo un abrupto cambio en su estado de ánimo por una noticia dolorosa: un joven a quien aprecia profundamente, Mauricio Gómez, había sido golpeado salvajemente, sufriendo lesiones graves que requirieron su internación en terapia intensiva.
Luego, Marcelo decidió expresar su indignación a través de La Opinión. “Acabo de despertarme, voy a poner el camión en marcha para irme a Barcelona y a Girona, y cuando abro Facebook me encuentro que han atacado a Mauricio Gómez. No te imaginas la impotencia que me agarró ver que unos hijos de p… lo golpearon“, fue el inicio de su mensaje. Estas palabras no solo reflejaron su descontento, sino también la preocupación por el estado de un joven que considera especial.
Recordó momentos compartidos con Mauricio, un hombre que, a pesar de algunas limitaciones, nunca molestó a nadie ni buscó problemas. “Donde lo veía, lo llevaba; a veces le daba hasta plata, lo invitaba a desayunar”, señaló, lo que evidencia el vínculo que tenía.
La impotencia de Marcelo creció al reflexionar sobre la brutalidad del ataque, que dejó a Mauricio con una fractura de mandíbula y afectaciones serias en su salud.
El ataque ocurrió el 4 de julio, en inmediaciones de Balcarce y La Laguna, y hasta el momento, sus agresores permanecen en la impunidad. Este caso ha suscitado no solo la indignación de Marcelo, sino también la de muchos otros que lo conocen. “Tengo una impotencia…, no se imaginan la bronca que tengo. Lloro porque Mauricio no molesta a nadie”, expresó.
A pesar de que la persona agredida -con cierto grado de discapacidad- ya se encuentra en casa, recuperándose del trauma físico y emocional, Marcelo exige el esclarecimiento del hecho.
“Espero que la Justicia y la policía pongan los huevos sobre la mesa y hagan algo. Que consigan cámaras, que la gente ayude y que paguen estos hijos de mil p… por haber golpeado a este chico. Que se pongan las pilas. Estoy reindignado. No se imaginan cómo estoy. No conozco a sus familiares, solo a él, nadie más”, dijo.
“Puedo asegurar que ese chico no ha levantado las manos. No provoca a nadie”, expresó Marcelo, hasta finalmente recalcar “espero que la policía investigue, si quiere investigar. Total…, pasaría a ser un caso más. Pero este no lo es, este es un chico que se merece por lo menos justicia, porque Mauricio no molesta a nadie”, agregó.