Después de un inicio de mes marcado por las heladas y las temperaturas bajo cero, el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) vive un inesperado respiro invernal. Las máximas se acercan a los 20 °C, las tardes son templadas y las mañanas comienzan cubiertas por densas nieblas. Un cambio que se hace sentir en la calle: del abrigo al buzo liviano, e incluso a la remera al sol del mediodía.
Este paréntesis en el invierno tiene explicación: las altas presiones que predominaron durante la semana, la ausencia de viento y el ingreso de aire cálido y húmedo desde el norte generaron condiciones atípicas para esta época del año.
Las condiciones actuales —con noches frías, cielo despejado y mucha humedad— forman el combo perfecto para la formación de niebla. Este sábado no fue la excepción: en varios puntos del AMBA la visibilidad se vio gravemente afectada. En Ezeiza apenas alcanzaba el kilómetro y medio; el Observatorio Central Buenos Aires marcó 4 km, y en La Plata la niebla fue tan espesa que no se veía más allá de los 100 metros. Lo mismo ocurrió en zonas del oeste del conurbano como Morón y Moreno.
Aunque estamos en pleno julio, el viento norte seguirá empujando aire templado en los próximos días, lo que hará que tanto las mínimas como las máximas continúen subiendo levemente. Durante el fin de semana, las tardes serán ideales para actividades al aire libre, con máximas de hasta 20 °C y condiciones mayormente estables.
El domingo arrancará con mínimas en torno a los 11 °C en la ciudad y algo más bajas en el conurbano. Por la tarde, el sol se impondrá y, con poco viento, la sensación térmica será agradable. Eso sí: al caer el sol, las temperaturas descenderán rápidamente.
¿Cuándo vuelve el frío?
Este pequeño “veranito” seguirá presente al menos hasta el comienzo de la semana. Las máximas seguirán en torno a los 18 o 20 °C y las mañanas seguirán siendo húmedas, con nieblas matinales y nubosidad variable.
Sin embargo, a partir del miércoles se espera un cambio importante en las condiciones. Un frente frío avanzaría desde el sur, impulsado por una ciclogénesis sobre el Litoral, trayendo lluvias, tormentas aisladas y un nuevo descenso térmico. Así, hacia la segunda mitad de la semana, las temperaturas volverían a alinearse con los valores típicos del invierno.
