En las primeras horas de este miércoles, dos episodios diferentes sacudieron a quienes frecuentan en la zona de la Terminal de ómnibus.
El primero de ellos fue el estallido de un vidrio en una de las puertas de acceso de la zona de las darsenas hacia el interior del edificio.
Según relataron empleados del lugar, en la madrugada el cristal, que no estaba en óptimas condiciones, cedió ante los fuertes vientos y dejó al descubierto una parte del gran ventanal del edificio.
La otra situación que sucedió allí fue la intervención de un móvil policíal que se llevó a un hombre que instantes después de comprar un pasaje hacía Rosario fue abordado.
El hombre, que tenía planificado su viaje a la ciudad santafesina, adquirió su boleto de ‘’forma normal”, dijeron desde el personal de la empresa que ofrecía el servicio, aunque también agregaron que lo vieron ‘’como si estuviera ebrio”.
Durante la madrugada hubo, una vez más, reclamos porque la Terminal estaba cerrada. “Madres y chicos sin resguardo”, se quejaron, en medio de la lluvia.