Si tenés dinero en tu billetera virtual y solés dejarlo ahí para que genere intereses, atención: desde agosto, el rendimiento que obtendrás por ese saldo será más bajo. La razón es una decisión oficial del Banco Central (BCRA) que cambia las reglas para los fondos que usan esas plataformas digitales.
Este jueves, el directorio del BCRA aumentó del 20% al 30% el encaje obligatorio que deben cumplir los Fondos Comunes de Inversión (FCI) que operan detrás de las billeteras. Esto impacta directamente en la rentabilidad de esos fondos, lo que significa que los bancos les pagarán menos por sus depósitos, y esa reducción se trasladará a los usuarios.
Los encajes son la parte de los depósitos que los bancos deben mantener inmovilizados en el BCRA, sin poder prestarla ni invertirla. Cuanto mayor es ese porcentaje, menor es la tasa que un banco puede ofrecer. El propio presidente del BCRA, Santiago Bausili, lo explicó días atrás en el streaming Carajo: “A mayor encaje, menor la tasa de interés que se le puede ofrecer”.
Hasta ahora, los FCI que usan las billeteras virtuales contaban con un tratamiento diferencial, con requisitos de encaje más bajos que los de otros depositantes. Esa ventaja era una de las razones por las cuales las billeteras podían ofrecer tasas competitivas incluso frente a instrumentos como los plazos fijos. Pero el BCRA decidió corregir esa asimetría.
Con este cambio, la rentabilidad que ofrecen las apps por tener saldo en cuenta disminuirá, salvo que haya un aumento generalizado de tasas por otras razones. Además, el costo del rescate inmediato será más alto, lo que podría motivar a algunos usuarios a migrar hacia opciones como los FCI T+1, que tienen un rendimiento algo superior a cambio de esperar 24 horas para disponer del dinero.
Cuando comenzó la actual gestión económica, los FCI que operaban con las billeteras no tenían ningún encaje, lo que permitía mantener tasas elevadas para los usuarios. Luego, el BCRA fue subiendo progresivamente esa exigencia hasta llegar al 20%, y ahora suma diez puntos más, profundizando su política de restricción monetaria.
La medida también tiene un trasfondo macroeconómico. Con la eliminación de las Letras Fiscales de Liquidez (Lelites), el sistema financiero quedó con un exceso de pesos. En ese contexto, subir los encajes es una herramienta para absorber parte de esa liquidez y reducir presiones sobre el mercado.
Aún con la suba, los FCI siguen teniendo condiciones más favorables que otros grandes depositantes, como los clientes de bancos de primera línea, que deben encajar hasta el 45% de los depósitos a la vista. Pero la tendencia muestra que el BCRA busca avanzar hacia una unificación de las condiciones, según admitieron desde la propia entidad.