El café es el compañero inseparable de las mañanas: solo o con leche, acompaña las tostadas con manteca, las medialunas, el yogur o la fruta. Pero también, gracias a su componente principal, la cafeína, garantiza energías a cualquier hora del día o de la madrugada.
Cualquiera sea la manera de prepararlo, lo más destacado es usar un café de buena calidad y, si es posible, molerlo en casa. El agua también importa, sobre todo si sabe a cloro. Por eso mejor, usar agua embotellada.
Otro buen consejo es evitar pasarse con las cantidades. Una cuchara colmada de café por cada 200 ml de agua suele ser la medida justa. A mayor tiempo de reposo garantiza mejor sabor, hay que dejarlo reposar tres o cuatro minutos.
Dicho esto, conviene conocer cuáles son las maneras de hacer un rico café prescindiendo de una cafetera o de una máquina de cápsulas, tipo Nespresso.
El sitio de noticias El Español brinda algunas ideas a la hora de preparar café de una forma rápida y simple cuando no se tiene una cafetera en casa.
Una fórmula que es muy popular en España, Brasil y Portugal. Necesita de café molido grueso, que se remoja en agua caliente dentro de una olla.
Para hacerlo, vierte el agua en la olla y ponla a hervir. Al alcanzar el punto de ebullición, añade el café molido al agua y remueve.
Según la intensidad que prefieras, deja reposar la mezcla entre 5 y 10 minutos.
Es uno de los métodos convencionales para hacer café sin cafetera. Aunque el sabor resultante es algo más suave en comparación con otros métodos, sigue siendo delicioso. Y depende, claro, de la calidad del café con el que trabajemos.
Poner el agua a hervir y vierte el café molido dentro de un filtro, átalo bien con una cuerda y colócalo dentro de una taza o jarra, dependiendo de la cantidad que quieras preparar.
Cuando el agua empiece a hervir, viértela en la taza y espera a que el café se mezcle. Este método es similar a hacer una infusión de café casera, y el sabor y aroma dependerán del tiempo que dejes el filtro en el agua.
Este método alternativo te permite elaborar café con agua. Para hacerlo, necesitas un colador fino que pueda retener los restos de café después de mezclarlo con el agua caliente.
Cuando empiece a hervir, vierte el agua en una taza y mézclala con el café. Deja reposar durante unos minutos dentro de la taza.
Luego, usando el colador y otra taza limpia, vierte el líquido filtrándolo con el colador. Asegúrate de que el colador sea fino para evitar que los posos (restos del café molido que se desechan tras la infusión) caigan en la taza.
Un clásico en cocinas de todo el mundo para preparar café con agua, incluso en algunos restaurantes. Su origen se remonta a Francia, donde se inventó como un método alternativo para preparar infusiones.