Desde la aprobación de la ley que permitió el divorcio, durante el gobierno de Raúl Alfonsín, aumentó la cantidad de parejas que concretan su separación de manera legal. También en estos años aumentaron los divorcios entre matrimonios con diez o más años de convivencia.
Según datos oficiales conocidos en 2023, casi una cuarta parte de las personas que se divorcian en la ciudad de Buenos Aires tienen más de 50 años. Entonces hubo 4.800 divorcios de los cuales unos 1.500 corresponden a cónyuges de más de 50.
Por otra parte, la reforma del Código Civil estableció el llamado “divorcio exprés” que acorta los tiempos del trámite a dos o tres meses. La ruptura puede ser de mutuo acuerdo, la más rápida, o unilateral, que lleva más tiempo y negociaciones por tenencia de hijos o reparto de bienes.
Desde el punto de vista psicológico es común pensar que los hombres llevan la mejor parte. Sin embargo, la realidad demuestra que es todo lo contrario.
Por qué los hombres sufren más durante el divorcio que las mujeres
Sin duda, el divorcio es una de las mayores crisis en la vida de cualquier persona. Más allá de que algunos traten de disfrazarla con una despedida o que, con rapidez, vayan en busca de una nueva pareja para olvidar lo sucedido. La realidad es diferente.
Las mujeres están más preparadas para afrontar este “duelo”. Durante el matrimonio, tienden a cultivar más relaciones con familiares y amigos basadas en profundas conexiones emocionales que los hombres. Por lo tanto, cuando se produce un divorcio, existe una red de apoyo para ayudarlas a sobrellevarlo.
Muchos hombres, en cambio, se dan cuenta de repente de que fue su esposa quien dedicó la mayor parte del esfuerzo a mantener las relaciones durante el matrimonio, y ahora, con razón, ella conserva esas conexiones y él las pierde.

Los hombres también son notoriamente menos propensos a buscar ayuda profesional. Reprimen sus emociones, creyendo que hablar de sus sentimientos o derramar lágrimas los hace, de alguna manera, “menos machos”.
El 30 % de los hombres que viven solos no ha consultado a un médico en el último año y el 42% no tiene un médico de cabecera, informa el Collins Law Group, de Estados Unidos.
Agrega que la “masculinidad tóxica” —un término que designa estereotipos dañinos sobre lo que significa ser hombre— afecta la salud mental, física, emocional y relacional de los hombres y, a menudo, contribuye a que teman pedir ayuda a amigos, familiares, médicos o terapeutas cualificados.
Un dolor profundo del divorcio para los hombres es la imposibilidad de ver a sus hijos cada día como solían hacer durante el matrimonio. Generalmente, la madre obtiene la custodia principal y al hombre se le otorga un tiempo limitado como parte de un programa de custodia. La nueva y temida realidad es convertirse en un “padre de fin de semana”.

El tiempo que pasan lejos de sus hijos les permite a los hombres reflexionar sobre los cambios significativos en sus vidas, mientras que la responsabilidad de cuidarlos les permite a las madres distraerse y mantenerse ocupadas.
El divorcio afecta más la salud de los hombres que la de las mujeres. Mientras que ellas tienen redes de apoyo, trabajan y se mantienen ocupadas criando a sus hijos como principales responsables, para los hombres existe un vacío que no estaba previsto.
Tras el divorcio, ya no hay una pareja que fomente hábitos saludables o converse sobre las preocupaciones cotidianas. El mencionado período de duelo más prolongado implica que las actividades cotidianas de los hombres se vuelven más sedentarias y las rutinas saludables se pierden.
Los hombres tienen más del doble de probabilidades de sufrir depresión que las mujeres. La ansiedad y la hipertensión son comunes después del divorcio, lo que puede derivar en abuso de sustancias y, en el peor de los casos, en suicidio.

Diez hombres divorciados se suicidan en Estados Unidos cada día. Cuando la mala salud mental se traduce en falta de voluntad para comer bien y hacer ejercicio adecuadamente, los riesgos para la salud física tras el divorcio pueden manifestarse en forma de enfermedades cardiovasculares y, en ocasiones, cáncer.
Otro problema que el divorcio genera en los hombres es cumplir con obligaciones financieras. Ambos excónyuges sufren pérdidas, pero por lo general, los hombres sufren un mayor impacto en su calidad de vida que las mujeres (entre un 10 % y un 40 %) debido a las responsabilidades de pensión alimenticia y manutención de los hijos, la necesidad de tener un lugar separado para vivir, un juego adicional de muebles para el hogar y otros gastos.
Las mujeres, que un 70% de los casos son las que piden el divorcio, pueden estar más preparadas para iniciar una nueva vida. El comportamiento de los hombres tras el divorcio puede acarrearles años de dolor.

Desesperados, al verse aturdidos por un divorcio reciente, los hombres temen estar solos, por lo que se apresuran a buscar nuevas relaciones. El dolor del divorcio nunca se aborda de forma adecuada ni profesional, lo que provoca el fracaso de nuevas relaciones de reemplazo.
A pesar de que estar en un divorcio implica que había algo que no funcionaba dentro de la relación, la realidad es que esta separación puede acabar afectando tanto en el ámbito privado como en el profesional en aquellos que deben pasar por ello.
Algunos consejos elaborados por Mundo Psicólogos para afrontar la situación son:
- Tomate un tiempo para procesar tus emociones. Es importante aceptar las emociones que sientes en estos instantes y trabajar en ellas. De esta forma, date todo el tiempo que requieras para llorar y aceptar el duelo de un divorcio.
- No tomes decisiones importantes durante una crisis. Es probable que al afrontar el divorcio empieces a intentar mantener una estabilidad en tu vida. En estos casos, es probable que al apresurarte en tomar decisiones, estas acaben siendo negativas. Cuando estás en las primeras fases de este proceso, uno de los mejores consejos para divorciarse correctamente será tomar las decisiones con calma y mucha meditación.
- Perdónate tanto a ti mismo y a tu ex. Para superar un divorcio también es importante perdonar a las dos partes que sufren esta decisión. Perdonar implica aclarar aquello que crees que no se hizo bien o disculparse por lo que consideras que podrías haber hecho mejor por la relación. Al poder perdonar se hace mejor olvidar el amor que sientes por la persona.
- Céntrate en lo positivo. Ten en cuenta que para saber cómo afrontar un divorcio lo peor que puedes hacer es centrarte en aquellas cosas que ya no tienes. Por ello, en lugar de enfocarte en lo negativo de esta situación es mejor intentar recordar todas las cosas buenas que tienes en tu vida.
- Cuídate por dentro y por fuera. Es normal que durante un proceso de divorcio las personas se vean constantemente inducidas a experimentar emociones negativas. De este modo, lo mejor que puedes hacer para afrontar el divorcio es precisamente cuidar de ti tanto físicamente como mentalmente. Estos instantes son ideales para darle un empujón a tu salud mental.
- No arrastres a los niños en el drama. No olvidar que los hijos también pueden sufrir las consecuencias de este proceso. Entonces, es muy relevante tratar de mantener las cosas lo más civilizadas posibles con tu expareja.
- Aprovecha tu tiempo libre. Al enfrentar un divorcio es normal que te encuentres con más tiempo libre que de costumbre. Esta parte de los divorcios pueden verse como negativas debido a que tendremos que afrontar lo negativo de estar solos. Para no sufrir con ello, debes intentar establecer nuevas metas.
- No descuides tus relaciones. A pesar de que es normal que te sientas deprimido, debes esforzarte para socializar durante estos instantes. Mantenerte ocupado junto a otros puede ayudarte a superar el divorcio y a salir de los pensamientos negativos que este proceso puede incitar.