Un stand con la venta de “zapatos libertarios”, otro de yerba “León”, y una tarima que ofició de “Feria del Libro” anti woke, flanqueaban el ingreso al auditorio del hotel Quórum en las afueras de la ciudad de Córdoba, donde el mundo libertario celebró este martes una nueva edición de “La Derecha Fest“, que esperó hasta las 21 para el cierre del presidente Javier Milei, como orador central.
Desde temprano hubo un estricto protocolo de seguridad, con doble vallado y personal de seguridad privada pedía los códigos QR de las 2500 entradas de $35 mil, más los $4900 de servicio, del evento presentado como el “más anti zurdos” del mundo.
En una Córdoba nublada y fría, los seguidores del Javier Milei aparecieron con caretas del Presidente, usaron banderas de La Libertad Avanza como capa y remarcaban que habían comprado sus entradas hace más de un mes. Frente a la entrada, Stefano López, apodado “Tatín”, aprovechó la oportunidad para llevar su motorhome ploteado de violeta y promocionar su candidatura a diputado nacional. Al colectivo lo llamó “la Mileneta“.
Con las entradas agotadas pasado el mediodía, en la puerta y el lobby del hotel hubo un tráfico de QRs, que en muchos casos usó la prensa, a la que no acreditaron para entrar a cubrir las conferencias.
Afuera del vallado, donde había que presentar el código QR y personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) controlaba a cada ingresante con detectores de metales, la vocera era la diputada nacional Lilia Lemoine. Evitó meterse en la interna libertaria por el cierre de listas bonaerenses y apuntó su filosa lengua contra la vicepresidenta Victoria Villarruel.
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Derecha Fest: así se vive la previa del discurso de Javier Milei en Córdoba
Adentro, pasadas las 18, el público se agolpó en el pasillo previo al salón “Pajas Blancas”. Ahí, muchos no dejaron pasar la oportunidad para sacarse selfies con las gigantografías de Milei, pero también con las de Donald Trump, el español Santiago Abascal, el salvadoreño Nayib Bukele, la italiana Giorgia Meloni. Por detrás estaba la cartulina de Jair Bolsonaro, más difícil para las autofotos.
Frente a las gigantografías, la “feria del libro libertaria”, ofrecía textos de Agustín Laje, uno de los oradores del festival. Al lado, vendían pines, stickers y llaveros, con precios desde los $500 hasta los $2000, con abreviaturas como “NOLSALP” (No Odiamos Lo Suficiente a los Periodistas); o “MAGA” (Make Argentina Great Again).
Además de remeras con la cara de Ernesto “Che” Guevara tachadas, o la frase “Qué boludos son los comunistas”, resaltó un trono que emulaba a la serie “Game of Thrones” hecho con motosierras, y la yerba “León”, creada hace un año y que los productores promocionaban a tres paquetes por $10.000, o uno a $4000.
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Las gigantografías de políticos en “La Derecha Fest” en Córdoba
Armado con vidrios, había un stand de zapatos “libertarios”. Alan Castro, uno de los cuatro miembros de la firma, asegura que la crearon en 2020, inspirada en las ideas de la libertad, y enseguida congeniaron con Milei.
Mientras algunos de los asistentes se probaban los zapatos de cuero que valían entre $80.000 y $120 mil, contó que llegaron a poner el stand a partir de un cruce fortuito con Javier Negre, fundador de La Derecha Diario -organizador del evento-, en un aeropuerto.
Adentro del salón, mientras hablaba Negre, varios se dieron vuelta cuando entró el tuitero Daniel Parisini, “El Gordo Dan”. Devolvió los saludos, pero sorprendió al leer su ponencia, incluidos las chicanas al kirchnerismo.
“Vinimos a ver a Milei, pero adentro están diciendo cosas medio zarpadas. No sé si se sabía qué iban a decir, o cualquiera dice lo que le parece”, comentó una pareja a Clarín, antes del discurso del Gordo Dan. Hubo críticas fuertes a los periodistas, que fueron aplaudidas por un público diverso, desde señoras de 60 años, hasta jóvenes de traje, con camisas entalladas.
Adentro las palabras de los que subieron al escenario se vivían con más fervor. La mayoría de las sillas estaban ocupadas y en el área cercana a las puertas había gente de pie. Mientras que afuera, reinó la curiosidad, las selfies y las charlas de pasillo en el primer evento de este tipo en Córdoba.