El Gobierno, en su rol de empleador, acudió hoy a la negociación salarial con los dos sindicatos estatales con una propuesta de aumento de 7,5% por seis meses, un porcentaje que vuelve a ubicarse por debajo de lo que fue la inflación del período.
Los aumentos serán acumulativos y consisten en 1,3% para junio, 1,3% en julio, 1,3% en agosto, 1,2% en septiembre, 1,1% en octubre, y 1,1% en noviembre. Además, se otorgará en junio, julio y agosto una suma fija por única vez de $25.000 para cada mes, mientras que en septiembre, octubre y noviembre la suma será de $20.000.
Durante el periodo paritario anterior (que comprende desde junio del 2024 hasta mayo del 2025), el aumento salarial para los empleados públicos fue de 20,8%, mientras que la inflación en ese lapso fue de 43,5%. Es decir, una diferencia del 22,7%.
El ofrecimiento para los trabajadores de la administración pública nacional fue aceptado por UPCN, el gremio mayoritario, pero rechazado por ATE, el más conflictivo.
El último acuerdo entre el Estado y los gremios había sido por el período marzo, abril y mayo, y consistió en un incremento salarial de 1,3%, más un bono de $45.000 a liquidar con los sueldos de mayo.
“Es una oferta miserable, inaceptable después de meses de congelamiento salarial. Este Gobierno es el peor pagador de salarios de la historia. La propuesta ni siquiera contempla la compensación del poder adquisitivo perdido en el periodo anterior. Este es un acuerdo que condena a la indigencia a la mitad de los estatales, y a la pobreza a casi la totalidad. Además, los bonos ofrecidos son irrisorios y una extorsión porque no forman parte del salario y desaparecen en cualquier momento”, se quejó Rodolfo Aguiar, titular de ATE nacional.
En referencia al ofrecimiento semestral, el secretario general de ATE evaluó: “Es llamativo el cambio de estrategia. Un Gobierno que venía discutiendo incrementos mensuales, ahora lo propone por seis meses. Nos vuelven a joder poque ponen en evidencia que después de octubre se viene una nueva devaluación que terminará de destruir todos los ingresos en el Sector Público. Si tenemos en cuenta la inflación proyectada a diciembre, incluso sin un corrimiento del tipo de cambio, esta propuesta semestral es menos de la mitad”.
Andrés Rodríguez, histórico jefe de UPCN, reconoció hace algunas semanas una fuerte caída del poder adquistivo de los salarios. “La caída es de aproximadamente un 20 y algo por ciento, pero esto les pasa a todos los trabajadores argentinos. Todos están lamentablemente teniendo que negociar por debajo de la inflación. Esto impacta en el consumo y en la economía en general. Por eso no sabemos a dónde quiere llegar este Gobierno con un ajuste esta naturaleza. Es simplemente trabajar con un dólar planchado, con un salario deprimido y generar ese índice inflacionario a una baja ficticia”, dijo en una entrevista con LA NACION.
Aguiar se desmarcó de Rodríguez y lo cuestionó por haber aceptado la propuesta. “Sigue siendo inentendible que exista otro sindicato que acepte semejante recorte en los sueldos de los empleados públicos. Creo que a la próxima negociación no nos va a convocar Julio Cordero, sino Andrés Rodríguez. A esta altura, forman parte de la patronal”, señaló Aguiar, en un comunicado”.