Mientras disponen las rejas para el vallado, la fuente de plaza Constitución conserva todavía una placa que recuerda su inauguración en enero de 1905, hace 120 años. También recuerda —cómo no— que el intendente en ese momento era Eduardo González Bonorino.
En su Historia documental de San Pedro, Américo Piccagli recordó que todo empezó ante la proximidad del centenario de la Revolución de Mayo, una fecha que, se sabía, iba a implicar una celebración en la que el proyecto de la generación del 80 iba a darlo todo.
San Pedro, pueblo al que todavía le faltaban dos años para ser declarado ciudad, no quiso estar exento y se preparó para lucir en todo su esplendor la joya que lo identificaba: la plaza Constitución.
El 15 de enero de 1905, la fuente que reemplazó a la Pirámide de Mayo que se había decidido emplazar 49 años antes era inaugurada con sus aguas danzantes, en un acto multitudinario que animó la banda de música local que dirigía el maestro José Falavigna.
Laa farolas que hoy lucen sobre la fuente fueron retiradas en tiempos de Otto Lancelle, recordó el historiador aficionado Fernando Chiodini y señaló que “según los memoriosos, las farolas fueron a parar a un chalet en la zona rural” que sus protegidos utilizaban para, digamos, reuniones sociales”.
Fueron repuestas durante la gestión Guacone, cuando enviaron al patio del Palacio los querubines que hoy ofician de maceta.
Esa fue la última vez que la fuente tuvo un tratamiento especial hasta ahora, cuando en el marco de las remodelaciones integrales de la plaza decidieron restaurarla y, no sin polémica, vallarla con rejas para evitar actos de vandalismo.